domingo, 16 de marzo de 2014

BEBÉS ABANDONADOS:

Las estadísticas reportan que en este sector del País la tasa de bebés abandonados por madres desnaturalizadas o irresponsables, en lugar de disminuir, crece de manera alarmante, conforme pasan los años.

Naturalmente no es una sola la causa de este flagelo que pone en entredicho la naturaleza sentimental y maternal de algunas mujeres a quienes, por regla general, les hemos adjudicado sentimientos y actitudes nobles, puras y hasta de sacrificio permanente, en aras de una vida de calidad para sus retoños. Vemos con desconsuelo que esta regla, que creíamos general, se cae en pedazos por lo que ahora vemos.

La falta de educación sexual o la deficiente y algunas veces, manoseada o manipulada educación sexual con fines comerciales, ha dado al traste con la moralidad exigible a niñas y adolescentes que debieran abstenerse de las relaciones de este tipo, hasta que tengan la suficiente madurez para saber a profundidad, que es lo que les espera a la hora de resultar embarazadas a consecuencia de relaciones íntimas bajo engaño o con su inmaduro consentimiento.

La pobreza extrema, la ignorancia y hasta la perversidad de algunos padres y madres de familia capaces de “vender” a sus hijas por “treinta monedas”, lanzándolas a un vida terrible y a un abismo profundo del cual surgirán problemas sin cuento que las pueden llevar hasta la misma muerte.

Muchas niñas, adolescentes y hasta mujeres adultas que resultan esperando un bebé, al llegar el momento, si es que llegan a un hospital, saben que no podrán mantener al hijo y simplemente huyen de las salas de maternidad, abandonando al producto de su mal entendido amor o al producto de una violación o de una “venta” infame.

Las que no pueden o no quieren llegar a un hospital o a un centro de salud, simplemente paren en cualquier lugar y con ayuda o sin ella, se cortan el cordón umbilical y abandonan a los bebés, hasta en basureros, para que mueran o alguien los recoja; eso a ellas ya no les interesa.

Y ante la promiscuidad en que ahora se vive, los niños nacidos “a la brava”, tienen necesariamente que incrementar su número; antes todavía teníamos muy buenas mujeres que simplemente recogían a estos niños abandonados, los legalizaban y se convertían en parte importante de la familia; ahora, con lo que ha ocurrido, no solo por lo que dictan las leyes, sino por la infamia de personas y cierto tipo de organizaciones que simplemente denuncian a señoras extraordinariamente bondadosas que han adoptado a bebés abandonados de mala manera por sus madres biológicas, que han tenido que ir incluso a la cárcel por su buen corazón, ahora, decía, ven abandonados a los bebés en cualquier parte y a lo más que llegan, es a avisar a las autoridades para que los vayan a recoger; su destino y su futuro será, en la mayoría de los casos, no solo incierto sino penoso.

Desafortunadamente, ya lo hemos escrito, mientras existan organizaciones y personas, más preocupadas en regalar condones que en una formación sexual ética y moral, estos bebés abandonados seguirán creciendo en número y Guatemala crecerá en números rojos en todos los sentidos.

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