domingo, 27 de abril de 2014

ASUNTOS DE LA COOPERATIVA. PARTE II:

            El campo pagado de algunos de los integrantes del consejo de administración de la Cooperativa de Ahorro y Crédito “La Inmaculada Concepción R.L.” (que no de la institución), está pasando por todos los medios radiales y televisivos a quienes, en efecto, nosotros los asociados estamos pagando y una buena cantidad de plata; y lo peor, para engañar a la buena gente huehueteca, tal como lo hacemos constar en nuestro comentario, ya divulgado en nuestro programa radial “La Hora de Huehue”.
            Pero mientras nosotros solo podemos utilizar ese medio radial y este semanario para expresar nuestras ideas, ellos, los cuestionados directivos, están utilizando, reitero, nuestro dinero, para aplicar cumplidamente algunos de  los once principios de la propaganda de Goebbels, Ministro de Propaganda de Adolfo Hitler, el amo del Tercer Reich de la Alemania Nazi, que asesinó a millones de personas durante la Segunda Guerra Mundial con la pretensión de instalar una tiranía internacional. Déspotas y aprendices de tiranos tenían que ser.
            Estos principios, que están aplicando, son por ejemplo: “De la exageración y desfiguración: Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en una amenaza grave”; “Principio de la orquestación: La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente…Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad”… para mencionar solo dos. ¿Les suena conocida esta práctica?. Pues aquí tienen Uds. de donde han tomado puntuales lecciones quienes han tomado los “campos pagados” y demás para intentar convencer a la gente decente de Huehuetenango, que nos merece respeto, de sus aberraciones y patologías psicológicas.
            Debemos fundamentalmente, obligar a los seudo directivos y similares que utilizan estos métodos, que olviden el sistema politiquero corrupto al cual están acostumbrados; que se establezca claramente la diferencia entre lo institucional y lo personal; aparte son los malos directivos y aparte es la institución; no podemos permitir que usen el dinero de los cooperativistas para defenderse de los claros señalamientos que se les hacen; que paguen ellos su defensa, no nosotros.  En el caso de la Cooperativa, nadie que yo sepa (y en el caso personal lo puedo probar), la ha atacado porque todos sabemos que es una institución sólida, fuerte y una de las más grandes y mejores del País; pero sus actuales directivos, y que conste, no todos, están ahí no precisamente para hacer un buen trabajo. De lo último que me he enterado, aparte de lo mucho que ya dimos a conocer ampliamente, es que se ha efectuado un movimiento sospechoso de VEINTIÚN MILLONES DE QUETZALES que todos los asociados debiéramos estar enterados con exactitud.  
            Han cerrado las puertas del consejo para negarse a entregar la documentación solicitada por la Comisión de Vigilancia y la Comisión Investigadora, que pretenden hacer un buen trabajo; a cambio de ello, uno de los alfiles que el consejo de administración logró meter en esta comisión investigadora, ha agraviado de manera delictiva, soez y cobarde, a una honorable dama que forma parte de la investigación iniciada.
            ¿Qué vamos a hacer al respecto, honorables asociados de la Cooperativa? ¿Seguiremos agachando la cabeza para que nos avasallen hasta el cansancio?

            USTEDES TIENEN LA PALABRA Y LA DECISIÓN.

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