LIBRE EMISIÓN DEL PENSAMIENTO:

A pesar de que es un derecho ciudadano establecido por la Constitución de la República en su artículo 35 como fundamental para ser hombres libres, en la práctica se ha convertido en un verdadero mito.

            Los periodistas que no se pliegan a los intereses de los medios en los cuales tienen espacios, que muchas veces trabajan sin que les paguen un centavo, son despedidos (si es que son dependientes) o les cierran dichos espacios de manera abusiva y prepotente porque generalmente los propietarios de algunos medios carecen de los más elementales conocimientos sobre periodismo y solo usan sus equipos para defender sus mezquinos intereses económicos y políticos.

            Periodistas hay que se autocensuran para evitar ser maltratados o asesinados por politiqueros, por el crimen organizado o por cualquier sujeto u organización cuyos intereses pudieran ponerse en entredicho por alguna publicación que no les guste; personas comunes y corrientes al fin, que evitan poner en riesgo la estabilidad familiar; vale más la vida de la esposa y de los hijos, de los padres y del entorno en general que cualquier opinión o crítica que se pudiera compartir con la audiencia; al fin de cuentas, la vida no retoña. Pragmatismo “in extremis” si Uds.             quieren, pero así es como esto funciona en una gran cantidad de casos.

            Quienes investigan y pueden utilizar los medios para trasladar la información que obtienen, sea cual fuere, caen de alguna manera y en el caso de los periodistas mazatecos, son vil y cobardemente heridos y asesinados por sicarios contratados que difícilmente hablarán de quienes les pagan. Un conocido alcalde guatemalteco ha dicho, sin rubor, “a los periodistas se les paga o se les pega”; pudo haber dicho “se les paga, se les pega o se les mata”, porque esa es la realidad que vivimos.

            Uno de los periodistas asesinados habría presentado una denuncia en el Ministerio Público por las amenazas recibidas y lo hizo del conocimiento de los empresarios propietarios del medio para el cual trabajaba; la pregunta es: esa empresa periodística ¿Hizo alguna cosa para brindarle apoyo y protección? Porque no es solo de pensar en el MP o la PNC, también las empresas millonarias propietarias de los medios de comunicación deben hacer la parte que les corresponde. O por lo menos ¿Les pagan algún seguro de vida a sus colaboradores? Particularmente me gustaría mucho saber las respuestas a estas simples preguntas.

            Todos sabemos que en el periodismo, legítimamente, no se gana mucho o simplemente los explotan y hay quienes se ven orillados a solicitar apoyo financiero por debajo de la mesa, a funcionarios, empresarios, candidatos para algo, sin saber que “la tortilla” puede voltearse en el momento menos esperado; alguien afirmó en los medios de comunicación que había tenido “que pagar a la prensa”, refiriéndose a la huehueteca. Malo para ella, peor para quienes recibieron ese dinero ilícito. Porque es de agregar que, en muchos casos, vaya Ud. a saber por qué, muchachos hay que hacen periodismo sin que las paguen un centavo…los explotan y los orillan a prostituirse.

            Total: la libertad de emisión del pensamiento sigue en entredicho; el mito del “cuarto poder” es eso: un mito; quienes ordenan qué se publica son los dueños y punto. Solo aquí, en los diferentes ciber-espacios, hay una relativa libertad de expresión que solo termina con la voluntad o con la vida de quien escribe.

            Mi más sentida condolencia a las familias de los jóvenes periodistas caídos en el desempeño de su trabajo de comunicación allá en la Costa Sur y sinceramente deseo que los propietarios de los medios para los cuales trabajaban, no  abandonen  a sus deudos. Espero que, siquiera,  les hayan cubierto los riesgos con un seguro de vida.