CALLEJÓN:
En efecto, la situación en la cual nos
encontramos en Guatemala pareciera ser un callejón sin salida porque,
obviamente, no basta la renuncia de la señora Vice-Presidenta ante el clamor
popular, para resolver el problema; se necesita algo más de fondo, algo más
profundo y trascendental y este es el momento para cambiar las cosas; si no es
ahora, no será nunca.
Porque debemos entender que ese clamor
popular procedente de muchos sectores de la sociedad civil, menos de partido
político alguno, no es solamente para lograr la renuncia de “la señora”, o “la
R”, o “la número dos”, como Ud. quiera llamarle; ¡No!; eso ya se consiguió; la
protesta es en contra del Presidente, de los funcionarios corruptos que lo
rodean, de los empresarios corruptores, de todos aquellos funcionarios y
empleados de todos los órdenes, desde el más copetudo hasta los de ínfima
categoría que se han aprovechado de su puesto para “morder”, para solicitar
coimas, para exigir favores a cambio de…en fin, de quienes se han enriquecido
con dinero ilícito arrancado de los bolsillos de gente que, muchas veces,
apenas tiene para comer. Obviamente, quienes más han contribuido con este estado
de cosas, son “empresarios” pequeños, medianos y grandes que prefirieron formar
parte de esta banda de mafiosos en lugar de pagar sus impuestos honorablemente.
Para decirlo de una buena vez, las
protestas están encaminadas en contra del sistema; y la gente buena de
Guatemala, que es la mayoría, lo que quiere, es que estas cosas cambien en
beneficio de nuestro País y todos sus habitantes.
Pero señores, si vamos a seguir
haciendo lo mismo, obtendremos los mismos resultados; nada cambiará. Si vamos a
las elecciones con las mismas reglas de siempre, dictadas por los politiqueros
que se enraizaron dentro del poder político y que por lo tanto se han vuelto
muy ricos con el dinero de los negocios mal habidos en el Estado y que no
quieren ningún cambio, dentro de muy pocos meses estaremos mucho peor de lo que
ahora nos encontramos.
Debemos entender que cuando una cosa
se empieza hay que terminarla; si la dejamos a medias, se nos revertirá con
fuerza destructiva. Este movimiento nacido de las entrañas del pueblo no
corrupto, en el cual no ha tenido nada que ver ningún politiquero mañoso, debe
concluir con indudable sabor a democracia auténtica, porque el poder radica en
el pueblo y no en agrupaciones con oscuros fines y menos en partidos políticos
que no son otra cosa que vehículos electoreros ligados al crimen organizado o
empresas ilícitas dedicadas a buscar el poder político y la riqueza económica
por todos los medios posibles, principalmente a través del engaño y de
“espejitos” con los que siguen “baboseándose” a la gente, tal cual lo hicieron
en su momento, “los conquistadores” que en su mayoría, eran parias de la
península ibérica, algunos de ellos “sacados” de las cárceles en donde purgaban
penas, no precisamente por ser “angelitos”.
Y aquí estamos hoy, casi, casi en un
“callejón sin salida”, principalmente quienes estamos lejos de la metrópoli
capitalina; desde tan lejos es difícil participar de manera directa. Por lo
tanto lo único que nos queda es apoyar de alguna forma y de pedir a los
expertos en la materia, constitucionalistas, licenciados y doctores en derecho,
jurisconsultos, hombres probos de grandes conocimientos y experiencia legal,
que ayuden a Guatemala y los guatemaltecos a encontrar el camino legítimo,
honorable y si es posible legal, para suspender de una vez por todas el proceso
eleccionario como el siguiente paso en la ruta correcta para terminar con este
sistema corrupto que nos corroe y que más temprano que tarde, nos llevará a un
abismo sin fondo.
Caso contrario, no llegaremos a un
callejón sin salida porque estaremos en el fondo de un barranco insondable.
¡Quienes más saben de esto pueden
abrir un horizonte hermoso para Guatemala! ¡Ojalá que lo hagan hoy; mañana será
tarde!
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