CONSIGNAS

Estamos viviendo en la ciudad de Huehuetenango, otra semana de momentos aciagos por los enfrentamientos de lo que ahora son claramente, dos bandos en pugna: Seguidores del alcalde en funciones, versus fanáticos del alcalde defenestrado.
Ahora es mas evidente que nunca que la pugna que ya se estableció entre ambas camarillas solo tiene un elemento en común: La ambición.
También ha surgido con mucha claridad, al realizar el estudio y análisis de la situación, que los jefes (que no líderes) de las pandillas, han sacado a relucir sus respectivas consignas que no les afectan solamente a sus partidarios, sino que una vez mas, nos están haciendo la vida “a cuadritos”, a todos los vecinos del municipio de Huehuetenango.
Pero ¿Cuáles son las consignas de que hablamos? Aquí les van solo algunas de las que han hecho gala: 1.- Ataques violentos en contra de los integrantes de las pandillas contrarias. 2.- Ataques sistemáticos en contra de los periodistas que no les son afines. 3.- Utilización de mujeres para agredir a opositores y periodistas. 4.- Cierre del Relleno Sanitario ante los frecuentes intentos del alcalde defenestrado para ocupar la silla edilicia. 5.- Que la ciudad se llene de basura nuevamente culpando a alguien en particular. 6.- Desempeñar el papel estelar de víctima (falacia ad misericordiam) para conseguir apoyo popular por conmiseración. 7.- Hacer todo lo necesario, legítimo o no, para conservar o adquirir el poder político y económico...Y otras.
En medio de esta pugna de intereses económicos y políticos está, como mera carne de emparedado, el pueblo de Huehuetenango y eso no tiene nombre; han llegado al extremo de que se les olvidó que el fin primordial de una Corporación Municipal es el servicio al pueblo y ellos, solo llegaron ahí para servirse con la cuchara mas grande. Ya comienzan a utilizar a elementos de la PMT (tal cual lo pronosticamos) para satisfacer sus espurios intereses personales.
Ha sido bochornoso y una verdadera vergüenza para quienes nacimos y vivimos aquí, no solo la agresión de que han sido objeto periodistas y vecinos, sino la huída humillante, deshonrosa y oprobiosa de funcionarios municipales degradados, acompañados por dos o tres incondicionales, que desfilaron velozmente por los techos del edificio municipal, casas y edificios vecinos, hasta, cubiertos y disfrazados por elementos de cierta autoridad, sacarlos con vehículos oficiales. Es tal como la fuga de delincuentes que toda su vida la han pasado a “salto de mata”.
Al otro bando y esto hay que consignarlo por injusto, parcial y sesgado, no le prestaron la mínima seguridad en el momento de tener problemas de agresión femenina.
Hemos llegado al tope de la paciencia y al límite de lo humanamente permisible; y tal como me he permitido afirmar en mi programa “En Línea” de la televisión local, “a grandes males, grandes remedios”; es hora de retomar la petición firmada por mas de doce mil personas de Huehuetenango. La consigna del pueblo deber estar fundamentada y ser solamente una.
Para que la paz y la tranquilidad vuelva en forma definitiva a la comunidad huehueteca, solo hay un camino: Que renuncien todos, que no quede ni uno solo de estos señores que tanto daño le están haciendo a Huehuetenango; que se vayan por donde vinieron y que trabajen en lo que saben hacer para ganarse el pan nuestro de cada día; porque de administración municipal (y esto está demostrado), no saben nada.
El único recuerdo que nos dejarán al presentar su renuncia es que, no obstante la precaria situación financiera municipal, nunca dejaron de cobrar miles de quetzales mensuales por dietas que jamás devengaron, por cuanto se han reunido cientos de veces pero sin hacer absolutamente nada valioso por el pueblo y esto a la espera de lo que se descubrirá en la Auditoría Forense que, hoy mas que nunca, exigimos públicamente.