ZOZOBRA

Esta semana la inquietud y el desasosiego ha vuelto al corazón de muchos huehuetecos que, desde su hogar, su trabajo y desde cualquier ángulo, observan el devenir histórico de nuestra comunidad.
Esto se debe a que la ingobernabilidad municipal se hace ahora mas evidente que nunca ante los continuos intentos de alcalde y concejal, electos en la última contienda política, de volver a ocupar los puestos que perdieron realmente, ante el empuje de buena parte del pueblo que en un número no menor de 12,000, les solicitó que renunciaran de los cargos edilicios que ocuparon desde el 15 de enero de 2,008. La petición de renuncia no fue parcial (y de eso hay que dejar constancia), sino fue total, es decir, se pidió que renunciara la corporación municipal en conjunto.
El tiempo nos ha dejado ver que fue un error garrafal permitir que, para evitar males mayores, siguieran en sus puestos algunos de los politiqueros electos en aquella ocasión; nosotros afirmamos que teníamos una municipalidad bicéfala, porque existen dos alcaldes: Uno en funciones y el otro agazapado, desempeñando funciones que usurpa, si tomamos en cuenta que existen actas del concejo municipal en donde se le sustituye temporalmente nombrando para el efecto un alcalde en funciones.
Esto por lo visto nunca se ha respetado porque ahora aparece el que está en funciones afirmando que existen documentos que prueban que el que está fuera, aparentemente, ha firmado incluso documentos de pago de dinero que, ilícitamente, ha egresado de las arcas municipales sin llenar los requisitos de ley.
Si esto es cierto y existen los documentos que lo prueban, el alcalde en funciones tiene que presentar la denuncia ante las instancias correspondientes para que se inicie la investigación y en su caso, el juicio respectivo por usurpación de funciones y de calidad; si realmente existen estos documentos (no los conozco porque no han llegado a mi poder) y el señor García (alcalde en funciones), no inicia el procedimiento que corresponde, estaría cayendo a su vez, en el delito de omisión de denuncia; ambos penados severamente por la ley.
Esta semana en que vuelve la incertidumbre y la inquietud, quienes están fuera han venido presionando insistentemente para que, los que están dentro, anulen o deroguen las actas en las cuales los sustituyeron para que les den nuevamente posesión; hasta el momento de escribir esta columna no lo habían logrado ante la postura de algunos munícipes que aún se oponen a que vuelvan; pero ¿Cuánto tiempo mas se mantendrán firmes en esta posición? Ellos y otros grupos se niegan a aceptarlos dentro de la corporación municipal y algunos tienen argumentos y pueden hacerlo...
Pero, no puedo menos que recordar algo que escribió hace muchos años el “Maestro del Periodismo Guatemalteco” don Clemente Marroquín Rojas: “Existen funcionarios que no aguantan un cañonazo de cien mil pesos”...
Y es que no podemos olvidar que tenemos un ingrediente que está siempre presente en casos como este, que desestabiliza, que es insidioso, que ciega y que genera apetencia y avidez sin límites: La ambición.
Al final de la semana, por total imprevisión de unos y ”largueza” de los otros, la Alcaldía Municipalidad ha sido saqueada; no sabemos que fue lo que se robaron porque, muchas horas después del asalto, el “nunca bien ponderado MP”, no se había hecho presente. En el próximo semanario haremos un análisis de tan feo asunto que pinta de cuerpo entero a los actores principales.
Estas y otras son las razones por las cuales nadie sabe que es lo que va a pasar y por ello muchos nos sentimos angustiados y compungidos por el incierto destino de nuestro pueblo.