¡ACTITUD NEFASTA!:

Once personas, entre empleados del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación y líderes de la misma comunidad, fueron retenidos en contra de su voluntad en la aldea La Capellanía del municipio de Chiantla, permaneciendo secuestrados durante treinta horas aproximadamente, en uno de los lugares mas fríos de la República como lo es la parte mas alta de los Cuchumatanes.
A la par de ello los comuneros, pertenecientes todos a las Patrullas de Autodefensa Civil que surgieron en la década de los ochenta, cerraron la carretera que conecta con los municipio del Norte del Departamento y cortaron los servicios de agua potable de la Villa de Chiantla y de la cabecera Departamental.
¿El motivo? El enojo provocado en la multitud por las promesas no cumplidas de los políticos que desde hace años, ofrecieron una especie de resarcimiento o pago por los servicios prestados por los ExPac como “guardianes de las comunidades”, que hoy exigen que les paguen la totalidad de los Q.5,000.00 prometidos y servicios de reforestación en los cuales han estado inmersos durante los últimos tiempos.
El problema aquí es que apresaron a empleados del MAGA que no tienen absolutamente nada que ver con las promesas incumplidas y además retuvieron a sus propios vecinos que tampoco tienen “vela en ese entierro” cometiendo sin razón, el delito de secuestro.
Violaron el derecho de locomoción contemplado por la Constitución de la República al vedar el paso de vehículos y personas en una carretera nacional y en donde regularmente transitan solo personas con necesidad de viajar por ese sector.
Y por si los dos delitos anteriores no fueran suficientes, incurrieron en el ilícito de sabotaje al cortarle el agua a dos de las principales poblaciones del Departamento. Uno, dos o las tres ilegalidades podrían enmarcarse cabalmente en lo que ahora se llama “terrorismo” y que es penado drásticamente por las leyes de la mayoría de los países del mundo.
Es claro que los ExPac tienen derecho a exigir que les cumplan las promesas que les hicieron desde hace tanto tiempo, pero también es evidente que los líderes que los dirigieron han cometido uno de los errores mas groseros en los que hubiesen podido incurrir quienes se han convertido en dirigentes de multitudes como las que siempre se reúnen en las alturas de Los Cuchumatanes y que obviamente, no tienen la calidad para ello; exactamente como estos “dirigentes” están plagadas organizaciones de todo tipo a lo largo y ancho del País. Solo están dispuestos a violar la ley para satisfacer espurios intereses personales.
En el caso particular de Huehuetenango, de nuevo hacen aparecer a nuestro departamento como un lugar habitado, poco menos por “salvajes”, dispuestos a convertirse en “campeones nacionales de linchamientos”, de secuestros, de trasiego de ilegales, drogas, armas y demás “lindezas”.
Pero es que se aprovechan de la ingobernabilidad existente, de la anarquía que encubre el relajo y que se venda los ojos y se tapa los oídos convenientemente, mientras sigue la compra de voluntades que engrasará el camino para el triunfo en las urnas electorales; no importan los millones de dólares que se gasten porque al fin y al cabo ese dinero...no les cuesta el menor esfuerzo.
Las necesidades inmediatas que deberán cubrir para el funcionamiento del Estado y para las que “talvez no haya dinero”, eso, eso es lo de menos.