PROTESTAS

A consecuencia de la propuesta de efectuar cambios en la carrera de Magisterio que tiene muchos años de servirse de la misma forma en los diferentes establecimientos educativos que se dedican a ello, han surgido protestas en diferentes lugares del País, a partir de la ciudad capital, siendo Huehuetenango uno de ellos. Quienes piensen que la propuesta de cambio ha surgido como iniciativa de este gobierno están equivocados; las llamadas Mesas Técnicas que han venido estudiando este asunto principiaron su trabajo hace mas de tres y han estado integradas por representantes del estudiantado, del magisterio, del sindicato, de las áreas administrativas y funcionarios del MINEDUC, de Universidades públicas y privadas, principalmente la USAC que han realizado profundos y sesudos estudios técnicos que no tienen nada que ver con la política partidista. Precisamente de esas Mesas Técnicas ha surgido la propuesta, avalada por la actual Ministra de Educación que se ve envuelta en este problema a solo cuatro meses de haber iniciado su gestión. Y ¿Cuál es la idea? Mejorar la calidad educativa en Guatemala a partir de una formación universitaria de los maestros en servicio; pero todo va por partes. Los actuales estudiantes de Magisterio concluirán su carrera con el actual “pensum” de estudios; ni un solo cambio para ellos; quienes se inscriban el año entrante, si es que el cambio “pasa”, ellos tendrán dos años para graduarse de Bachilleres con orientación educativa y luego se inscribirán en la Universidad para aprobar tres años de Técnico en Educación, que será una carrera intermedia, con derecho a trabajar formalmente en la estructura educativa del País y un salario acorde a su preparación, obviamente mas elevado que el actual. Pero ¡Ojo!, nadie obligará a estudiantes y/o padres de familia a seguir una carrera que les parezca muy larga o muy costosa desde el punto de vista económico; si el deseo es trabajar rápidamente, existen y existirán muchos bachilleratos con orientación a…o bachilleratos de…en donde los interesados podrán escoger realmente cual es su vocación y trabajar en ello; ese tipo de preparación, tarde o temprano tendrá que mejorarse con estudios universitarios posteriores. La idea, insistimos, es mejorar la calidad educativa cuyo primer paso es que los mentores posean formación universitaria en el entendido de que serán maestros de vocación y no simples “suelderos”. Vocación y formación adecuada es una buena base. Pero todos tienen derecho a disentir y si los “protestantes” presentan una mejor opción para mejorar ostensiblemente nuestra calidad educativa (tan deficiente) pues, ¡que bueno!; pero si sus protestas incluyen, como ha sido en Huehuetenango, cierre de arterias y vías principales impidiendo el libre tránsito de vehículos y peatones, violando un derecho constitucional establecido; impedir que trabajadores salgan de su casa para acudir a su trabajo (violando el derecho humano a trabajar); agrediendo a mucha gente, incluso a personas de edad avanzada; impidiendo el paso de ambulancias con pacientes que necesitan atención urgente e insultando soezmente a quienes no piensan como ellos, entonces no podemos menos que lamentar el tipo de jóvenes que pretenden, a corto plazo, seguir “educando” a nuestros hijos y nietos. No nos queda mas que desear de todo corazón que el Ministerio de Educación, con el apoyo irrestricto del Gobierno de la República, haga lo que tiene que hacer en beneficio de una educación de calidad para las nuevas generaciones estudiantiles del País.