SECUELAS BARILLENSES

Con mucha atención hemos seguido los acontecimientos que se iniciaron el primer día del mes de Mayo en el municipio de Barillas del Departamento de Huehuetenango y nos ha sorprendido la enjundia con que tratan el tema, principalmente los defensores de una de las partes en conflicto. Porque tenemos que recordar que siempre la medalla tendrá dos caras; no podemos esperar que en circunstancias como la que actualmente prevalece en dicho municipio, la balanza esté totalmente inclinada hacia uno de los lados porque, principalmente los culpables, encontrarán miles de excusas, explicaciones y razonamientos para que la opinión pública les favorezca. Desde el conflicto armado interno de tan ingrata recordación y que ahora se saca nuevamente a colación (obvio que surgiera de nuevo), nosotros entendimos que había dos maneras para salir airosos: La primera y parecía fundamental: el triunfo absoluto de las armas de fuego que se inclinó por el Ejército de Guatemala; la segunda y en su momento no se le dio tanta importancia, el éxito ideológico principalmente internacional al principio y que luego se consolidó, al paso de los años, nacionalmente; en este nivel, los subversivos o sea el ejército irregular, siempre tubo los ases en la mano hasta el punto que cuando utilizamos la expresión “nacionalmente” queremos decir que algunos de los principales líderes de ese movimiento, también lograron colocarse en puestos decisivos en los gobiernos posteriores. Para escribirlo mejor: Internacionalmente vendieron bien su idea y consiguieron apoyos económicos que todavía llegan al País; nacionalmente, consiguieron parte de lo que querían: Posiciones de privilegio en las instancias del poder gubernamental y municipal; diríamos que salieron airosos y eso, todavía se nota. Al analizar de esta manera los conflictos que se han venido dando desde la década de los ochenta, no existe uno solo que no se polarice de la misma forma: Ricos vrs. Pobres; Obreros vrs. Empresarios; Trabajadores vrs. Empleadores; Sindicalistas vrs. Patrones, etc. etc. etc. Barillas no es la excepción. Se originaron los problemas por una balacera aún no aclarada; unos dicen que fue cosa de borrachos, otros acusan a empleados de una hidroeléctrica, otros dicen que fue el ejército, unos afirman que fue venganza; versiones sobre la muerte de una persona y las heridas de dos mas sobran y obviamente existen grupos que ya llevaron agua a su molino mediante la manipulación. Aquí el Ministerio Público deberá cumplir con su trabajo. Pero lo que sí es cierto es que posterior a esto, grupos interesados, destruyeron propiedad ajena, irrumpieron violentamente en varios inmuebles, incluso el destacamento militar y robaron ocasionando pérdidas millonarias; golpearon e hirieron a militares y civiles y actuaron sin control en una turba informe acicateada por el alcohol que ya sabemos, nunca se podrá conocer ya iniciada, como terminará. Hay inconformidad en algún sector barillense por la construcción de una hidroeléctrica pequeña pero…¿Por qué? Eso no está muy claro, pero tampoco es suficiente motivo para que quieran dirimir sus diferencias a punta de “cachimbazos”. Diríamos que algunos “líderes” han fallado estrepitosamente, porque en lugar de promover la concordia y la paz por medio del diálogo, empujan a la gente para que no exista solución posible si no es a través de la violencia. Y esto viene de décadas atrás, porque la guerra para algunos, no ha terminado y concluirá solo con la muerte de los adversarios. ¡Aliviados estamos!