SABOTAJE VANDÁLICO

Por enésima vez han sonado las alarmas en teléfonos celulares de determinados funcionarios del municipio y se han escuchado voces de protesta y desesperación en algunas emisoras locales que atienden el clamor del pueblo por diferentes falencias en los servicios públicos. Es el caso que, una vez mas, vecinos de ciertas aldeas del municipio de Chiantla, atendiendo groseramente las ilícitas peticiones de instigadores profesionales a la orden de politiqueros resentidos que son incapaces de olvidar las derrotas sufridas en las campañas eleccionarias, han ocasionado serios destrozos en las tuberías de conducción de agua potable, ahora en instalaciones que proceden de la Finca Los Regadillos perteneciente a los vecinos huehuetecos porque fue comprada, con el dinero de todos, por la Municipalidad de Huehuetenango. Esta vez los actos vandálicos, convertidos en terrorismo puro porque despierta la ansiedad, la inquietud y el temor de los huehuetecos, han tenido dos etapas perfectamente definidas: Ocasionaron los primeros destrozos en la tubería en el curso del día viernes; el señor Alcalde Municipal don Augusto Gómez Sosa ordenó la reparación inmediata del daño; los fontaneros municipales actuaron con toda la celeridad que les permitió la distancia, las herramientas y repuestos disponibles y el destrozo quedó arreglado. Al día siguiente, sábado, los saboteadores y terroristas de nuevo ocasionaron daños en otro sector de la tubería y los fontaneros recibieron de nuevo órdenes precisas para trabajar de inmediato, lo que en efecto hicieron. Pero entre unos daños y los otros, el agua deja de llegar normalmente a la población con el agravante de que surge la incógnita de si los saboteadores continuarán con su triste y criminal “misión”. No podemos dejar de mencionar que el agua procedente del nacimiento de “Cinco Arroyos” dejó de llegar a la ciudad también porque, “acólitos”, perrunos seguidores de politiqueros resentidos convertidos ahora en asqueantes caricaturas del mismísimo demonio (por el mal que le ocasionan a un pueblo que no se merece este castigo), siguen destruyendo y evitando que el agua de ese nacimiento surta a la ciudad. Ello a pesar de que ya se les demostró que, documentalmente, no tienen ningún asidero legal para pedir, ni mucho menos exigir a la Municipalidad, algo que se ha convertido simplemente en una extorsión descarada que debe ser castigada por el organismo correspondiente. La Policía Nacional, el Ejército de Guatemala, las instancias del Organismo Judicial y del Ministerio Público, debieran actuar de oficio para evitar que se sigan cometiendo estos actos vandálicos de terrorismo y de sabotaje en contra de un pueblo sediento y también hambriento de justicia y de que cada quien reciba lo que se merece. Investigaciones y acciones de oficio es lo que todos necesitamos para evitar que se sigan cometiendo hechos ilícitos cuyos actores intelectuales y materiales, deben recibir el justo castigo por cometer estos actos que significan delitos de “lesa humanidad”. No puede ser que por culpa de sujetos irresponsables convertidos en canallas, sigan padeciendo enfermedades y muriendo personas de los sectores mas vulnerables de nuestro pueblo.