COMBATE FRONTAL:

Durante la recién pasada contienda electoral, los candidatos para cualquier puesto en la administración pública, de los diferentes partidos políticos que se lanzaron al ruedo, prometieron y dijeron cualquier cosa con tal de que los ciudadanos guatemaltecos depositaran el voto a su favor. Algunos de ellos tuvieron suerte y consiguieron el favor de los electores; otros, fueron olímpicamente olvidados y algunos, los que consiguieron llegar al objetivo propuesto, tuvieron suerte y seguramente mucha plata que fue distribuida con sabiduría y astucia, para conseguir el efecto deseado. En aquellos días escuchamos de todo; algunas de las promesas, por ridículas, o nos dieron risa o muchas ganas de llorar porque ciertos candidatos jamás supieron de lo que hablaban. Muchos de ellos creen que todavía vivimos en los tiempos de “tata Lapo” y que sigue siendo fácil engañar a quienes todavía están dispuestos a votar. Nada mas lejos de la verdad; hoy todos saben por quien van a emitir su sufragio; y este se da por conveniencia, por interés, porque “ya les llegó la hora” o por convencimiento total de que esa, es la mejor opción. A nivel nacional y siguiendo con lo que se ha convertido en una especie de tradición o “de turno”, en la segunda vuelta, ganó en el proceso electoral, el partido político que hace cuatro años, había quedado en el segundo lugar. Y habrá que decir que una buena porción del electorado votó convencido de que, en la actual administración se iniciaría un combate frontal en contra de la violencia que genera inseguridad y en contra de la corrupción que ha permeado instituciones públicas y privadas en niveles francamente inauditos. Y todos nos ilusionamos y generamos expectativas altísimas y positivas en este sentido. Pero la tarea, según lo que comprobamos y sabemos todos los días, está pendiente de realizarse. En vez de emitir pruebas fehacientes de que este combate frontal se realiza con todas las de ley, vemos y sentimos todo lo contrario. Aquí con nosotros siguen creciendo los robos de vehículos, principalmente de motocicletas; no para el escamoteo de celulares; siguen matando gente en los lugares fronterizos; nos quieren dar atole con el dedo emitiendo nombramientos político-complacientes que en vez de dignificar y enaltecer el nombre de Huehuetenango, resultan ser todo lo contrario. Y para colocarle la tapa al pomo, en los operativos en contra del contrabando, solo incautan mercaderías tales como maíz, huevo, frijol, golosinas, chucherías, algunas cajas de cerveza, “cuero con grasa congelada de cerdo” y similares. Ah, y uno que otro tambo de combustible. Pero que se reporte por ejemplo, que en el Departamento de Huehuetenango se incautó un gran alijo de cocaína o uno o varios camiones cisterna conteniendo miles de galones de combustible mexicano de contrabando, de “eso” nada que ver. Debe estar pasando en aviones o helicópteros. Pero de que pasa, pasa.