POLÍTICA:

“Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados. Actividad de los que rigen o aspiran a regir los asuntos públicos. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto o de cualquier otro modo. Cortesía y buen modo de portarse. Por extensión: Arte o traza conque se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado. Orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en un asunto o campo determinado”.
 Las definiciones anteriores, todas referentes a lo que es la política, han sido extraídas del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española.
 ¿Por qué? Porque queremos establecer hoy la diferencia entre lo que es la política y los politicastros que son aquellos que, creyéndose políticos, son sujetos totalmente inhábiles en la materia, rastreros, mal intencionados, que generalmente actúan con fines y medios turbios y perversos. ¿Es Ud. capaz de reconocerlos?. Porque por supuesto existen honrosas, pero raras excepciones contadas con los dedos y re-buscadas como agujas en un pajar.
 En algunos lugares del País, personas hartas de que la ambición y la codicia, que son las “carnadas” que han perseguido, persiguen y perseguirán la mayoría de los políticos criollos, reunidos en Corporaciones Municipales muy respetables, han decidido ponerle un alto en el camino a estos comerciantes de los sueños y de las ilusiones de los guatemaltecos y han aprobado Acuerdos Municipales para prohibir el uso de carreteras, caminos, calles, avenidas, parques, etc. para que sean manchados con nombres, colores, logotipos y demás, que identifiquen esos vehículos perversos que les sirven a la mayoría de estos sujetos consumidos por “el sueño” de volverse millonarios a costa del sudor, de las lágrimas y de la sangre de los guatemaltecos. Ya no quieren mas propaganda de partidos políticos por ninguna parte y eso, es admirable.
 Y es que parece mentira, pero a tanta distancia del próximo proceso electoral, han comenzado la campaña política millonaria que, según sus cálculos, los llevarán a ocupar esas posiciones desde las cuales se robarán el dinero de las contribuciones de los ciudadanos trabajadores y honrados de todos los municipios de nuestro País con el único y exclusivo propósito de enriquecerse ilícitamente.
 Pero escuche Ud. lo que ya comienzan a prometer; o lea lo que escriben ellos mismos o por encargo, colocando su nombre, proponiéndose ya como candidatos para algo o bien, utilizando el anonimato, porque no tienen los suficientes pantalones ni mucho menos “los tamaños” para identificarse plenamente y decir o escribir las cosas que piensan hacer cuando lleguen a la pequeña o gran “guayaba”; esos son los peores sinvergüenzas de esos “colectivos” dispuestos siempre a destruir a quien se les ponga enfrente mediante la calumnia, la injuria o el crimen.
 Esos, “peces” que nadan en el lodo y en el fango de la peor porquería como la politiquería marrullera que practican, esos, que tiran la piedra y esconden la mano; esos, los que son capaces de vender a su madre y acabar con su familia vendiéndola por “treinta monedas”; esos, son los que tienen la culpa de que estemos como estamos; esos, que jamás en su vida han conocido la valentía y la integridad; esos, cobardes, no tienen derecho a presentarse ante la opinión pública sino como candidatos para el patíbulo, para la horca, por su permanente e inacabable perversidad ante su propia familia, ante la sociedad, y lo peor, ante Dios.    
 ¡Conózcalos, reconózcalos y evidéncielos!