MAS DE LA FERIA:

Siempre habrá algo mas que decir de la Fiestas Julias; durante la mayor parte del siglo pasado las expectativas del pueblo en general eran otras; allá por loa años cincuenta la población era mucho menor, los desfiles mas pequeños, los recorridos bastante mas cortos; los participantes, todos, solo llegaban al entonces “campo de la feria” en el Hipódromo Municipal, ahora zona 8.

Las principales y mas esperadas actividades eran en su orden, la velada de Coronación de la Reina de las Fiestas Julias, previamente electa; la fiesta de gala en el Club de Tenis Central, obviamente con marimba; los desfiles, los eventos deportivos, principalmente fut y básquet bol, que también se llevaban a cabo en el Hipódromo con la participación de equipos invitados de la capital y otros departamentos de la República y era muy esperada la participación del quinteto basquetbolístico de Comitán, Chiapas, México.

El salón de exposiciones muy bien organizado, generalmente dirigido por maestros; solía estar abierto permanentemente en el primer nivel, parte trasera, del edificio principal que daba frente a la cancha de basquetbol y que albergaba en el segundo nivel, exactamente arriba del Salón de Exposiciones, al principal salón de baile de las Fiestas Julias.

Pero no solo este salón brillaba con luz propia; funcionó algún tiempo como principal alternativa el fabuloso salón de Baile de “La Mazorca”, una asociación de muy buenos amigos entre lo que recordamos a los señores Octavio Herrera, Leandro Palacios, Raul Villatoro, Telésforo Morales, Alejandro Morales y otros muchos amigos mayores que se distinguieron por su amor a Huehuetenango.

El Jardín Huehueteco y el Salón Minerva también fueron parte de una época que pasó a la historia dejando el recuerdo de cosas maravillosas que se vivieron en aquellos tiempos, sobre todo porque en ellos escuchamos y bailamos al compás de marimbas maravillosas e inolvidables: La Río Blanco de los hermanos Palacios, la Ritmos del Selegua en donde destacaban excelentes amigos como Augusto “el chino” Palacios; La Reina Mam de “Win”; La Azul y Blanco, La Voz de los Cuchumatanes, pero también nos dimos el lujo de bailar al compás de la Marimba Ideal de Mingo Bethancourt, de La Voz de los Altos de la 5ª. Zona Militar de Quetzaltenango, de la Marimba Alva y de tantas mas que su nombre se va olvidando por el paso del tiempo.

El tiempo pasó, fueron desapareciendo, casi totalmente las fiestas con marimba, aparecieron las “discos”, los conjuntos norteños, los grupos musicales de rock pesado, los grupos apológicos del crimen organizado a la par que el gusto de la juventud se transformaba totalmente.

También fueron desapareciendo o cambiando los espectáculos deportivos que se relegaron a términos menores y vino la invasión de las grandes empresas publicitarias con su carga muy pesada para abonar al “consumismo”, montando espectáculos a granel, algunos muy llamativos, que cambiaron, queramos aceptarlo o no, el gusto del público. Se trastrocó el respeto, la ceremonia y la belleza, obviamente con la complicidad de quienes dirigían los eventos, por participaciones absurdas, tontas y muy desagradables en lugar de aquellas que situaron a Huehuetenango como una de las cabeceras departamentales mas cultas del País.

Así como la venta informal invadió y nos arrebató aceras, calles y avenidas del centro de la ciudad, así algunas empresas mercantilistas salvajes, nos arrebataron o han tratado de hacerlo recurrentemente, ámbitos selectos que eran santuarios intocables del arte, de la belleza estética y el buen gusto. Pero nosotros somos los culpables de esta perniciosa invasión negativa cultural por aceptar incondicionalmente patrocinios mercantilistas que corrompen y destruyen.

Ojalá que a partir de ahora, quienes dirigen, cambien paradigmas y mentalidad porque el mundo no es solo enriquecerse ilícitamente a costa de lo que sea; nuestro mundo, el de Huehue, es abrir los ojos y el espíritu a una vida y un mundo mejor, con mas belleza espiritual y con la esperanza de que hijos y nietos, al analizar a sus antecesores, siempre estén seguros de que fueron hombres y mujeres de bien, éticos y con integridad a toda prueba.

En todo caso ¡Muy felices Fiestas Julias 2,013!