domingo, 22 de septiembre de 2013

HOMICIDIO

El sábado 14 de Septiembre fue funesto para una familia de Huehuetenango, la del amigo Víctor Hugo Argueta y señora, principalmente.

            Su única hija Nancy Anahí Argueta de León de apenas 16 años de edad,  en horas de la mañana, caminaba por la acera de la 4ª calle y 7ª avenida de la zona 1 cuando repentinamente un vehículo, conducido irresponsablemente por una persona que, de acuerdo con la Policía Nacional Civil pretendía huir porque ya había dejado una secuela de estropicios en su trayectoria absolutamente zigzagueante y alocada, presumiblemente por la influencia de algún tipo de droga, se le echó encima, la prensó contra la pared y la dejó moribunda, con partes vitales de su organismo destrozadas y con su indumentaria rota, en algunos lugares, por lo que se podía entrever lo que ocurriría horas después.

            Esta niña, estudiante del Colegio Asturias de esta ciudad, en efecto, moriría horas después; su muerte no fue por accidente porque quien conduce en estado irregular, se puede prever con mucha seguridad, que va en busca de colisionar con otros vehículo, que, a propósito, va a lastimar a algunas personas o en caso extremo, que va a matar a alguien en su pernicioso recorrido.

            En el caso que nos ocupa,  concurrieron todas estas cosas: El conductor del vehículo que nos ocupa, impactó con un matrimonio que se conducía en una motocicleta cuyos tripulantes fueron lanzados por los aires, cayendo sobre el pavimento de donde fueron rescatados con lesiones y heridas; la moto resultó semi-destruida; colisionó con un microbús, chocó con la Unidad No. 913 de los Bomberos Voluntarios del municipio de Malacatancito; también impactó con la parte trasera de un pick up placas 076DQC y por último golpeó contra un vehículo tipo Tuc Tuc al que causó varias abolladuras. Los lesionados no fueron pocos.

            En este alocado trayecto del vehículo conducido temerariamente, apareció una persona que pretendió detenerlo de la única manera que se podía y le disparó en cuatro ocasiones; entiendo que las balas llegaron a donde él quería: Tres en la carrocería y una que ponchó una de las llantas; pero el conductor, lamentablemente no se detuvo, y acabó con la vida de una niña que tenía toda una vida por delante y un futuro promisorio.

            Como era de esperarse, este suceso que fue del conocimiento inmediato de la población, principalmente por las redes sociales, ha levantado repudio generalizado que, en el momento de la captura del irresponsable, pudo haberse convertido en un linchamiento mas en Huehuetenango lo que hubiese sido aún peor para el pueblo.

            Deja como cauda un homicidio innecesario; una familia que jamás podrá vivir en paz por el peso de la intranquilidad, del desasosiego y el terrible cargo de conciencia, la del homicida; pero lo peor, ha dejado sumidos en la tristeza mas profunda, en el dolor mas angustiante, a los padres de Anahí que han perdido a alguien irrecuperable, a una muchachita que fue la luz, el entusiasmo y la alegría de Víctor y su esposa; perder un hij@ debe ser un dolor tan espantoso que ni nombre tiene.

            Nuestras mas sentidas condolencias a Víctor y su esposa y que El Señor tenga en Su Gloria a Nancy Anahí Argueta de León… ¡Que en paz descanse!

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