COSAS DEL XINA

Durante el año antepasado (2,008) se produjeron, a lo interno del equipo Xinabajul que representa a Huehuetenango (cabecera) en los torneos organizados por la Liga Nacional, varios incidentes que sorprendieron a los aficionados de “hueso colorado” que le buscaban explicaciones válidas a lo que estaba ocurriendo.
Habrá que afirmar que esta oncena ha sido considerada por muchos como un verdadero patrimonio del pueblo de Huehuetenango y ante esta certeza, al equipo se le entregó la gente de muy buena fe. Sin embargo, en el momento en que el alcalde electo accionó para convertirse en presidente del equipo, las alarmas se dispararon y la afición comenzó a especular sobre lo que podría ocurrir enseguida. ¿Y que fue lo que ocurrió? Que el día primero de Julio del año 2,008, ante los oficios de un Abogado, se presentaron alrededor de 15 personas para apropiarse del equipo mediante la elaboración de un acta notarial en la cual conformaron una entidad privada que recibió originalmente el nombre de ASOCIACIÓN CIVIL NO LUCRATIVA CLUB DEPORTIVO XINABAJUL. Exactamente lo mismo que ocurrió con el famoso GRUPO EESA (¿Se acuerdan de la basura?).
Por medio de esta acta constitutiva se hace constar que el Presidente de la Asociación Departamental de Fútbol les hace entrega del equipo incondicionalmente. Los signatarios se hacen cargo del mismo y conforman la directiva presidida por el alcalde electo el año anterior. A partir de ese momento principia la debacle de la oncena porque no eran los intereses deportivos los que privaban al conformar la entidad.
Comenzaron a pasar meses y torneos y el Xinabajul “no daba pie con bola” hasta que se produjo un movimiento popular incompleto que pretendía alejar a todos los ediles electos de la Municipalidad de Huehuetenango; fueron recabadas casi trece mil firmas en demanda de la renuncia en pleno, pero intervenciones interesadas impidieron el triunfo total de las demandas de la población.
Los fundadores de aquella entidad hubieron de retirarse mas “volando que corriendo”, dejando al Xinabajul en “trapos de cucaracha” en cuanto al nivel eminentemente deportivo. Mas tarde nos enteraríamos que la fundación de aquella “asociación civil no lucrativa” habría tenido también otros intereses.
¿De que hablamos? De un préstamo que les concedió una entidad bancaria por la cantidad de Q.500,000.00 que ignoramos en que se invirtieron y que le vedó al Xinabajul la posibilidad de recibir un patrocinio de varios miles de quetzales mensuales que lo hubiese ayudado mucho a salir de la crisis económica en que estos “honorables ciudadanos” lo dejaron sumido. Aporto estos breves datos a la espera de que quienes se sientan aludidos expliquen la situación, me enmienden la plana o le aclaren a la sufrida afición huehueteca que hay de cierto en lo que aquí afirmo. ¡Ojalá lo hagan! El Xinabajul lo merece.