¿!JUSTICIA!?

Mucho se ha dicho y se ha escrito en los medios de comunicación social y en pláticas en corrillos familiares y sociales sobre la marcha de la justicia en Guatemala y es una sola la evaluación final: Como en Educación, en mortalidad Materno Infantil, en Fútbol, en Seguridad Alimentaria, en fin, para decirlo de una vez, como en todos los niveles, caminamos por la calle de la amargura en el renglón de la aplicación de la justicia.
Justicia es darle a cada quien lo que se merece y es lo que menos hacen quienes se encarga de su aplicación; desde la Policía Nacional Civil, pasando por el Ministerio Público y concluyendo en el Organismo Judicial, la mayoría de sus integrantes han colocado su sello personal para gritarle al mundo que quien “no cae muerto” con lo que llaman “talacha”, jamás obtendrá “justicia” pronta y cumplida.
Desde el momento en que una “patrulla” policial compuesta con varios elementos se esconde en uno de los recovecos de la carretera aguardando, cual fieras depredadoras, a sus víctimas propiciatorias (pilotos solitarios-o acompañados de su familia- eso ya no importa), de vehículos particulares que, ante la amenaza de las armas, en despoblado, probable nocturnidad (eso ya no lo ven como necesario) y en grupo, atracan a conductor y acompañantes robándoles de todo cual vulgares asaltantes, sabemos que aquí “la vida no vale nada”.
Luego nos enteramos de que algunos “honorables” miembros del Foro Nacional en total y burda connivencia con delincuentes a quienes en mala hora se les dio un trabajo dentro del Ministerio Público y Organismo Judicial, no solo insultan y desacreditan labor tan honorable como la impartición de la justicia, sino que esquilman impunemente a aquellos ingenuos que cayeron en sus garras o que solicitaron su apoyo por absoluta y total necesidad. Aquí es donde Ud. se percata de que sin no aporta (¿Podemos llamarle también “ la talacha”?), “la balanza” de la justicia jamás se moverá y menos a su favor.
Nos hemos enterado que en algunas salas de audiencias en el territorio nacional todo funciona a la perfección, cual monumental obra de teatro, gracias a que todos los actores han recibido la parte que les corresponde (que de ninguna manera es mínima), por su actuación artística merecedora de cuando menos “Un Oscar” de la Academia de Artes Dramáticas. Todo ha sido “montado” a la perfección porque el Director de Producción (el interesado), ha solucionado previamente el problema económico de cada quien o en su caso, dependiendo de la obra que se trate, hay un arma que apunta directamente a la sien de quien no represente el papel asignado.
Es por ello que, aún los legos en la materia, nos quedamos asombrados por las sentencias que en algunos casos se dictan y que son evidentemente sesgadas, pensando que quienes las imponen no conocen la ley. ¡Que va! Las conocen y muy bien.
Pero así estamos y por lo visto nada cambiará en vista de que hasta los foráneos representantes de los organismos internacionales a quienes les han otorgado poderes plenipotenciarios para decidir, disponer e imponer, siguen haciendo de las suyas favoreciendo la impunidad, la injusticia y la anarquía. Porque para eso precisamente lo mandaron para Guatemala.