AGRADECIMIENTO
Perfectamente conciente que en este semanario se escribe la historia de Huehue. y que mucho de ella la observamos con la objetividad que la ética del periodismo y la honorabilidad personal nos permiten; que los acontecimientos los tratamos no simplemente desde el punto de vista personal sino también con la observación proveniente de un buen círculo de amigos, coetáneos y vecinos; que esos mismos acontecimientos no los podemos cambiar, ocultar o sesgar aunque tengamos que soportar el enojo y los reclamos de muchos paisanos que odian que hablemos con la verdad porque esta “ensucia” nuestro Departamento; aún a riesgo de seguir “en la mira” porque, obviamente, no somos “monedita de oro para caerle bien a todos” (sentencia que ha estado presente en nuestras actitudes de toda una vida), quiero dejar constancia de lo siguiente:
Todas las instituciones, organizaciones, sociedades, asociaciones, comités y demás, están integradas por seres humanos; estas personas “dirigen” las entidades y en ellas se hace lo que ellos deciden, para bien o para mal; algunos se acomodan dentro de estas, muchas veces para ocultar sus odios y sus rencores porque no desean que su nombre aparezca cuando “su institución” lesiona los intereses de alguien en particular o de varias personas. En algunos casos es una manera hipócrita de “lanzar la piedra y esconder la mano”.
Puede servir también, la entidad, para que cuando se toma un decisión “unánime”, uno o varios de sus integrantes salgan diciendo “yo no fui”. Igual que cuando una corporación municipal toma decisiones corruptas, anómalas y lesivas a los intereses de la población, uno o varios de sus integrantes afirman no haber “firmado”, pretendiendo esconder sus nefastos intereses particulares.
Insisto: En la mayoría de ese tipo de entidades se deciden cosas muy buenas y una que otra, no muy buena.
Y todo este largo preludio solo sirve para agradecer muy sinceramente a la Asociación de Prensa de Huehuetenango—APEHUE—y a la Asociación de Redactores y Reporteros de Prensa Chiapas-México-Centroamérica-Sur América ARRPRECH-M-CA-SA, por los reconocimientos otorgados en la velada de la “Libertad de Expresión”, conforme lo reportado en la columna anterior.
En particular vaya mi mas profundo agradecimiento a los amigos, señores José Osberto Mackepeace Palacios y Alfonso Estuardo Rios Recinos, a sabiendas de que ellos han sido los arquitectos de esta obra.
No debemos olvidar el eterno y puntual apotegma: “HONRAR, HONRA”.
Muchas gracias por el estímulo, señores. ¡Que Dios los bendiga!.
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