MISIONEROS AUTÉNTICOS

Mas de diez años hace que la Misión Médica Cubana, con ocasión del huracán Mitch, arribó a territorio guatemalteco para desplegar, en buena parte del País, un manto protector para la salud de los guatemaltecos mas necesitados.
Cuando llegaron y comenzaron a realizar su trabajo se tejieron una serie de comentarios negativos, algunos de ellos absurdos sobre sus estudios, sobre su capacidad, sobre sus métodos, su manera de vivir y hasta se habló de sus intenciones de “convertir” al pueblo en asuntos de índole filosófico-política. Aquella habladuría, con algunas variantes, no ha cesado; intereses espurios no permiten que los Médicos Cubanos hagan su labor benéfica en paz y sin que “semejante gente” (como decía una respetable dama) deje de abrir la boca para zaherirlos y tratar de desprestigiarlos.
Sin embargo el tiempo ha transcurrido y los Médicos Cubanos han respondido con trabajo honorable, dedicado y en muchos casos, con verdadero sacrificio personal. Es de hacer constar que no vinieron para cubrir las áreas urbanas solamente; llegaron para ser destacados a lugares rurales inhóspitos en donde han tenido carencias de hasta lo mas indispensable; para llegar a ellos han caminado muchas horas por veredas escabrosas y atender a pacientes que nunca en su vida habían conocido un médico. Pero ahí han trabajado, entregando sus conocimientos y su amor por la humanidad; para salvar vidas y para velar por la salud de las mayorías necesitadas, recibiendo a cambio una sonrisa, unas palabras de agradecimiento en un idioma que, a lo mejor, ellos no entienden pero que lo adivinan.
Sabemos que para muchos Médicos Cubanos su trabajo en Guatemala ha significado mas que la labor médica en sí, tiene el valor de un verdadero sacrificio que han entregado con gusto por la indiscutible vocación de servicio que poseen; aquí en el Departamento de Huehuetenango han sido portadores de una auténtica esperanza de vida de mayor calidad para quienes hemos tenido la suerte de conocerlos.
Hace algunos años, persiguiendo “Reportajes” (Tal era el título de mi programa Televisivo-radial), conocí a la Dra. Estrella Echavarría, a la sazón Coordinadora de la Misión Médica Cubana en Huehuetenango; mi afecto para ella y sus colaboradores de aquella época será definitivo; por su amistad y porque iniciamos presentaciones para Huehuevisión (El Canal Televisivo local) con la presencia de muchos amigos cubanos que desfilaron por mi programa. Esa etapa dejó una profunda huella en la audiencia.
Por razones referentes a los altibajos en mi trabajo periodístico, sobre todo en la TV de donde nos ausentamos por otros compromisos que nos absorvieron y desestabilizaron, la relación con los Médicos Cubanos también casi desapareció. La retomamos recién y tuve la oportunidad de conocer a muchos de ellos, habida cuenta que existe re-cambio en la Misión cada dos años, sobre todo porque la Coordinación funciona muy cerca de mi domicilio y al frente de ella un extraordinario profesional de la medicina, el Dr. Lázaro Ricardo López Hernández, un hombre de bien y muy querido por los huehuetecos por su don de gentes, su amor a la humanidad y su incondicional deseo de servicio a quien lo requiriese, no importando la hora del día o de la noche.
El Dr. Lázaro ya se ha marchado y dejó un gran vacío aquí...Sus colegas, hombres y mujeres, todos entregados a sus pacientes y a su profesión, creo que lamentan su partida, tanto o mas que nosotros. Y en pocos días, se marchará de retorno a su Patria, otro amigo entrañable, excelente médico y con igual filosofía de servicio y entrega a quienes mas lo han necesitado: El Dr. Wilfredo Castañeda López a quien debemos añadir el reconocimiento del don de una voz admirable para la interpretación musical.
Ambos cumplieron su misión dejando una estela de servicio y amor; lo que han hecho, solo el Gran Arquitecto del Universo podrá compensarlo; nosotros apenas podemos resumir nuestros sentimientos en estas palabras nacidas en lo mas profundo del corazón: GRACIAS DOCTORES, MUCHAS GRACIAS...