CORRUPCIÓN

En el curso de la presente semana ha surgido con fuerza avasalladora la información de que uno de los Vice-Ministros de Comunicaciones, Obras Públicas y Vivienda funge también como Mandatario de una empresa que durante mucho tiempo ha recibido contratos millonarios de esa cartera para infraestructura vial.
Todos nos preguntamos, anonadados, como es que el gobierno se permite de forma tan descarada, violar la ley que prohíbe nombramientos de funcionarios con vínculos contractuales entre entidades gubernamentales y la iniciativa privada. Y es también el momento de entender la defensa oficiosa del mandatario de la desastrosa obra vial que ha caído hecha pedazos durante este invierno.
Imaginemos los vínculos amistosos y de compadrazgo existentes entre las constructoras y los “profesionales” encargados de la supervisora gubernamental que, necesariamente, le tiene que dar el visto bueno y recibir “satisfactoriamente”, las obras que el gobierno contrata. A esto debemos agregar el bochornoso asunto de los supuestos malos manejos en otros programas de gobierno que implican a auditores de la Contraloría General de Cuentas de la Nación, ahora detenidos, que son los que precisamente, deben velar por la transparencia en el manejo de los impuestos que el pueblo paga.
Pero ¿Qué podemos esperar? Si hasta directivos de la Asociación de Previsión del Periodista que se nutre con el Timbre de Prensa para favorecer a afiliados, son sospechoso de malos manejos y actualmente está siendo auditados ¿?¿?¿?¿?.
Esto a nivel nacional...Y entre “las bellezas” con las que nos encontramos en Huehuetenango podemos mencionar entre muchas, la burda falsificación de actas por medio de las cuales uno de los “honorables” alcaldes logró recibir, en calidad de préstamo bancario, la pequeña suma de diez millones de quetzales que, juran los munícipes, ellos jamás conocieron, por cuanto solamente aprobaron un préstamo de siete millones que se convirtieron en diecisiete por la magia negra utilizada por alcalde y secretario.
Si el pueblo lograra fiscalización total del manejo de los fondos públicos en entidades gubernamentales y municipales por medio de auditorías forenses practicadas por profesionales honestos, honorables, incorruptibles (de esos que no se compran ni se venden) y con los pantalones bien puestos, se aclararían y se descubrirían “las movidas” que hoy se ejecutan a plena luz del día y con todo descaro, en obras sobrevaloradas, contratos millonarios con “constructoras” sospechosas de negocios sucios desde siempre, compras de nacimientos de agua, adquisición torpe (por lo burdo del negocio) de “convoyes municipales”, maquinaria pesada, contratos con transportistas que halan de todo (hasta agua contaminada) y piense hasta en los mas finos detalles, incluso aquellos supuestamente legales, como el cobro abusivo de dietas por sesiones milimétricas.
Pero hay que escuchar a los protagonistas de estas historietas cuando, en los medios de comunicación que les dan cobertura, se dan “baños de pureza” y se dicen muy estrictos porque no quieren pagar las facturas precisamente de los proveedores mas trabajadores y probablemente decentes.
Soñamos porque la “sociedad civil”, COCODES, CODEDES, COMUDE y similares, presenten formal solicitud a donde corresponde para la realización de Auditorías Forenses que despejen dudas y le den “al César lo que es del César...”.
Solo de esta manera concluirían las sospechas y la especulación.