ASUNTOS DE LA COOPERATIVA. PARTE I.

COMENTARIO A CAMPO PAGADO DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE LA COOPERATIVA INMACULADA CONCEPCIÓN:

Este es un comentario personal al campo pagado del Consejo de Administración de la Cooperativa Inmaculada Concepción, que hemos escuchado en esta estación y según me dicen, también está pasando en otros medios de comunicación, pagado, obviamente, con el dinero de los asociados.

Contiene elementos notorios de amenazas y amedrentamiento para quienes hemos hecho referencia, con estricto apego a la verdad, a los problemas que dicho consejo originó a lo interno de la institución en cuanto a dilapidar los fondos de “ese capital huehueteco”, para contrataciones onerosas, despido injustificado y pago de prestaciones de dos honorables trabajadores de la institución; viaje al extranjero de trabajadores y directivos sin exigir la habitual contribución de los mismos, dinero destinado al arreglo de la unidad móvil chocada por un directivo y una serie de señalamientos contenidos en comunicaciones escritas de socios, de la Comisión de Vigilancia en la Memoria de Labores 2,013 y en la participación de la honorable señora Surama Pinto Martínez  en la última asamblea general en donde otros asociados comentaron el evidente sesgo político de dicha asamblea.

Tan mal están las cosas, y eso no puede esconderse, que los asociados asistentes dispusieron nombrar una comisión investigadora que, por supuesto, no recibe para hacer bien su trabajo, la documentación que solicita. Debemos hacer énfasis en el hecho de que jamás se procederá a investigar a un consejo de administración transparente y honorable. Pero al actual, sí.

Y ahora, ante mi sorpresa y la de conocedores de la materia, estamos pagando los asociados un comunicado de este cuestionado consejo, que lo único que está haciendo es, una vez más, engañar a los asociados y al pueblo de Huehuetenango, con el agregado tendencioso y doloso de pretender silenciarnos utilizando un mecanismo propio de políticos corruptos.

Están pretendiendo con este comunicado, al que les rogamos poner su máxima atención, “asustar con el petate del muerto” para que nosotros salgamos huyendo como ratas; este mecanismo, huir precipitadamente, es solamente para los cobardes incapaces de asumir su responsabilidad.

El fundamento central del dichoso comunicado está centrado en la Reforma al Decreto No. 17-73 del Congreso de la República, Código Penal,  que dice en su parte conducente:

“Artículo 342 “B”. Pánico financiero: Comete delito de pánico financiero quien elabore, divulgue o reproduzca por cualquier medio o sistema de comunicación , información falsa o inexacta que menoscabe la confianza de los clientes, usuarios, depositantes o inversionistas de una institución sujeta a la vigilancia e inspección de la Super intendencia de Bancos.”

Y aquí está el dolo, el engaño, el fraude, lo deshonesto y lo tramposo de estos señores porque, la Super Intendencia de Bancos, no tiene jurisdicción en ninguna cooperativa; LAS COOPERATIVAS NO ESTÁN SUJETAS A LA SUPERVISIÓN E INSPECCIÓN DE ESA ENTIDAD. Eso lo sabe el Gerente y seguramente muchos de los directivos y también algunos de los empleados. El artículo de pánico financiero no encuadra, no aplica para las cooperativas.

Eso significa, ni más ni menos, que no pueden alegar ignorancia de la ley en el momento en que cuatro de los integrantes del consejo, dispusieron ese campo pagado que debiera avergonzarnos a todos PORQUE LO ESTAMOS PAGANDO CON NUESTRO DINERO. Solamente existe una excepción honorable, la de la señora Surama Pinto Martínez.

Si a todos los cuestionamientos que se les hacen, le agregamos esta trampa innoble, mañosa y sucia ¿qué podemos esperar más adelante?.

Es hora de que los asociados ante este desmadre, exijamos la renuncia de los encartados o la destitución con el apoyo de INACOP e INGECOOP.

Lo hemos afirmado categóricamente: La Cooperativa Inmaculada Concepción, es una de las mejores y más sólidas del País; por lo tanto merece directivos sin sesgo político, honorables, con una reputación intachable en su vida pública y privada y a quienes corra sangre y no veneno por las arterias.