LIBERTAD DE INFORMACIÓN:

 La Declaración Universal de los Derechos Humanos que sale a luz en el mes de Diciembre de 1,948, reza en su artículo 19, lo siguiente: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y de recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

            “Artículo 29: 1.- Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que solo en ella, puede desarrollar libre y plenamente su personalidad. 2.- En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática. “

            Por su parte, la Constitución de la República de Guatemala, en su artículo 35, expresa en sus Párrafos principales lo siguiente: “Es libre la emisión del pensamiento por cualesquiera medios de comunicación, sin censura ni licencia previa. Este derecho constitucional no podrá ser restringido por ley o disposición gubernamental alguna. Quien en uso de esa libertad faltare al respeto a la vida privada o a la moral, será responsable conforme a la ley…”.

            Para terminar estas citas legales, la Ley de Emisión del Pensamiento, afirma categóricamente en su artículo 5º dice: “La libertad de información es irrestricta y los periodistas tendrán acceso a todas las fuentes de información…”.

            Acotamos lo anterior ante la desfachatez de algunos individuos que, no de ahora sino de mucho tiempo atrás, han venido, en abierta oposición a la labor periodística decente, leal y constructiva, ejecutando acciones para acallar la información y la opinión que pretende “abrir los ojos” de la ciudadanía honrada, para no dejarse engatusar por los “cantos de sirena” de esos políticos decadentes que se han aprovechado de personas ingenuas para seguirlos engañando y lograr ganancias dinerarias ilícitas a costa de lo que sea. El amor al dinero y al poder político son las causas de la demencia y la desubicación de la peor calaña de ambiciosos que ensucian y corrompen absolutamente a nuestra sociedad.

            Algunos de nosotros, hemos sido objeto del ataque continuo y siniestro de estos sujetos que algunas veces lograron silenciarnos en algún medio, pero se olvidaron que no todos los responsables de los medios son corruptos y manipulables y estos sujetos, que necesitan silenciarnos para lograr con total impunidad sus siniestros propósitos de engaño y corrupción, se toparon con que se respetó nuestra libertad de expresión, a pesar de cuanto pretendieron hacer, y esta ha surgido con infinita cobertura local, nacional e internacional.

            No lo olviden nunca: El Señor le da a cada quien lo suyo y “el ave canta aunque la rama cruja”.