SEMANA MAYOR:

No creo que el pesimismo sea el “norte” que me lleve a escribir cosas que tal vez, no tengan nada de positivo; es lo que veo, lo que siento, lo que presumo, lo que palpo, lo que salta a la vista.

          Estamos apenas a una semana del inicio de la Semana Santa o Semana Mayor de este 2,015 y francamente no se nota en el ambiente que estemos tan cerca de una conmemoración tan importante para la cristiandad mundial; los preparativos que sentíamos y veíamos años ha, no aparecen por ninguna parte; apenas unas pocas personas hablan de que tienen que preparar los ambientes de su domicilio por que esperan la visita de la familia que vendrá del extranjero o de otros Departamentos del País; no hemos visto ni escuchado prácticamente nada de la presentación “en vivo” de la Pasión y Muerte de Jesucristo como tampoco de las procesiones y ritos religiosos que se darán en las distintas iglesias de la cabecera departamental (apenas una nota periodística sobre lo que pasará en Chiantla).

          He solicitado que alguien me proporcione un impreso con el recorrido de la procesión del “Santo Entierro” para divulgarlo y no he recibido la colaboración de ninguna “hermandad” o “congregación” que esté inmersa en el asunto, menos de personas particulares; con esa información y otras adicionales, algo podríamos hacer para evitar “tragos amargos” a peatones y conductores de vehículos en los principales días de la semana mencionada, pero nadie quiere que eso se conozca o a nadie le interesa. En años precedentes esa información fluía notablemente. Por eso y por otras cosas afirmo: no hay ambiente “semanasantero”.

          Lo que sí es importante mencionar para recordar es que muchas personas (no se cuántas en realidad se atrevan como están las cosas), dejarán su vivienda para viajar a las costas a disfrutar de las olas del mar; perfecto y ojalá que les vaya bien; pero deben dejar su casa y sus cosas al cuidado de alguien o por lo menos todo bien seguro y bien cerrado; si usan su propio vehículo tienen que revisarlo profundamente y lo más importante: si beben, no manejen y tomen las previsiones que el caso requiere; no tenemos derecho a arriesgar la vida propia ni la de nadie. Diviértanse si quieren, pero todo con medida…sin excesos.