SENTENCIA MORTAL

Nunca pensé que me daría tremenda alegría hablar o escribir alguna vez sobre una “sentencia de muerte”; sin embargo, ahora que tengo la oportunidad de hacerlo, no puedo menos que expresar mi más profunda alegría por esta “sentencia mortal” que se ha expedido y que ojalá se cumpla a rajatabla, tal cual todos esperamos.
En la columna anterior se informa sobre un reconocimiento a la empresa SARB, Saneamiento Ambiental y Recolección de Basura, que inició su labor en la cabecera departamental de Huehuetenango el Primero de Mayo, Día del Trabajo. Y esta empresa, señores y señoras, trae consigo en su “bolsa de pecho”, la sentencia de muerte para la basura en la ciudad de Huehuetenango.
¿Cómo no nos va alegrar que ellos porten semejan te sentencia? ¿Cómo vamos a esconder nuestra alegría ante la esperanza de que por fin, después de tanta angustia y sufrimiento, tengamos la oportunidad de contar con un verdugo para tanta basura y contaminación como nos ha tocado vivir?
Como muchos ciudadanos huehuetecos, también desconocemos los términos de los arreglos contractuales entre la Municipalidad de Huehuetenango y esta empresa que, según me dicen, cuenta con una basta experiencia por el trabajo hecho nacional e internacionalmente; si es así, el contrato que se firme o se haya firmado ya, no contendrá cláusulas que pudieran dañar aún mas, la ecología, el ambiente, la higiene, el ornato y las finanzas municipales; los peores efectos de la barbarie, de la ambición y de la codicia de quienes en un momento trágico de la historia de Huehuetenango pretendieron apoderarse, ¡Hasta de la basura! para saciar sus deleznables y mezquinos intereses personales, ya lo sufrimos, ya lo pagamos y creemos que ninguno querrá pasar de nuevo por tanta “porquería”.
Por fin estamos avizorando “una luz al final del túnel” en este aspecto; ya está trabajando una empresa que, por su solidez y experiencia, espero no nos defraudará; pero ahora nos corresponde aportar el fragmento de la solución que está en nuestras manos y que nos corresponde inexcusablemente: Pagar, sin excusa ni pretexto, la cantidad mensual por extracción de basura.
¡Ya Basta! De lanzarle nuestras bolsas de basura el vecino; ¡Ya Basta! De llegar a tirar la basura frente al Antiguo Hospital de Huehuetenango. ¡Ya Basta! De dejar tiradas las bolsas de basura en la 6ª avenida y 5ª calle de la zona 1; ¡Basta Ya! De inundar de basura las esquinas de la 3ª avenida y 5ª. Calle y 3ª avenida y 4ª calle frente a La Plaza y tantos otros lugares como Los Toneles y bastantes mas.
Y como decía el difunto periodista Chepe Zarco ¡Basta ya de ser “coches”! Comportémonos como ciudadanos comprometidos con la limpieza y la higiene de nuestra ciudad por nuestros hijos y por nosotros mismos y paguemos lo que nos corresponde por un servicio inapreciable que recibimos.
¡Y no diga que Ud. no genera basura porque merecería que lo sentenciaran junto a sus desperdicios!