OTRA OBRA:

Si hacemos una supervisión personal de lo que tenemos de positivo y de lo mucho que nos hace falta en cuanto a obras de infraestructura, nosotros mismos nos asombraríamos de la manera como hemos podido vivir en esta ciudad con tantas carencias, con tantos ceros a la izquierda y con tantas deficiencias.
Y no es que para todo nos quedemos callados o nos hagamos de la vista gorda; no es que definitivamente seamos totalmente indiferentes ante el olvido y el desprecio demostrado por políticos de todo tipo a lo largo de la historia reciente, en la que muy pocos de ellos han ordenado obras que realmente benefician a la población; de esas no podemos dejar de mencionar la famosa carretera a Barillas que, según datos disponibles, se ha pagado tres veces y jamás se ha contruido.
Y ya que mencionamos algo de la red vial, dos vías que están dentro de la población fueron prácticamente echadas al olvido por quienes tienen la responsabilidad de “poner el dedo sobre la llaga” y no permitir que causara tanto daño moral y físico. Porque las autoridades locales que representan al ejecutivo en Huehuetenango, esperaron hasta que ocurrieron tragedias para agilizar dichos requerimientos.
Me refiero a la vía que desde Corral Chiquito, zona 8 de esta ciudad va con dirección a la pista de aterrizaje, pasa por el Hospital Nacional Jorge Vides Molina, la 5ª Brigada Mariscal Gregorio Solares y por fin se une a la carretera internacional muy cerca del Puente Aguilar. Por años se estuvo pidiendo de mil maneras que el Gobierno Central le pusiera atención a esta carretera que se encontraba en pésimas condiciones y que precisamente por ello, agravaba aún más, el estado delicado de ciertos pacientes que eran trasladados por unidades vehiculares al Hospital Nacional; pero ni así los “funcionarios” locales daban muestras de sensibilidad social.
Tuvo que ocurrir la tragedia vial, el año pasado, en la que una señora y su nieto perdieron la vida por el infame estado de esta carretera para que se iniciaran las obras de reconstrucción en los últimos meses del año. Y ya van avanzados los trabajos.
Trabajos viales que eran totalmente necesarios y que solo se iniciaron cuando la sangre, las lágrimas y el dolor de las víctimas de un accidente, regaron los pedazos de piedras y de tierra en que se había convertido una vía que, en un momento de nuestra historia reciente, estuvo asfaltada. Una prueba mas de la forma en que, por fin, actúa el gobierno.
Es una pena recordar por que se iniciaron estos trabajos que, insisto, no solo son necesarios sino vitales para un gran sector de la población, además de ser obligatorios para cualquier tipo de gobierno que se precie de ser “social-demócrata”.
En este orden de ideas, esperemos que muy pronto comiencen con la re-estructuración de la carretera Huehuetenango-Chiantla que es otra “joya” en la corona de espinas que Huehuetenango, tiene pendiente de colocar sobre la frente del Ministro de Comunicaciones.
Santa Eulalia, San Mateo Ixtatán, Barillas; San Juan Atitán, Santiago Chimaltenango y parémosle de contar, siguen en la la lista de espera...