TRÁNSITO:

Nadie ignora que la cabecera departamental de Huehuetenango fue construida originalmente para el traslado de carretas, carruajes, bestias de carga, caballos, ganado vacuno, otros animales y peatones; además tenemos que tomar en cuenta que nuestros ancestros escogieron, del extenso valle, la peor extensión para ubicar lo que sería posteriormente una ciudad con su iglesia católica, parques, edificios públicos administrativos, etc.; en aquella lejana época, todos felices, pero ahora, esto se ha convertido en un infierno que padecemos todos los días.
Miles de vehículos motorizados de todo tipo no caben en la ciudad, ni circulando, muchos menos parados. Con protestas, que se escuchan todos los días, no arreglamos nada; por lo tanto las autoridades municipales, nacionales y de tránsito deben tomar las medidas pertinentes para aliviar, porque difícilmente subsanarán definitivamente el problema, ese “pan demonium” que saboreamos todos los días con el mayúsculo embotellamiento de las unidades motorizadas que pretenden circular por calles y avenidas que no se hicieron precisamente para soportar semejante parque vehicular.
Para comenzar nada arreglarán con pintar de rojo banquetas por doquier, sin ton ni son, simplemente porque a alguien se le ocurre que “aquí tampoco se deben estacionar” y ándale pues, a pintar mas banquetas. Luego de la pintada se hace mas evidente lo que pareciera la principal consigna y oficio de los PMTs: Emitir remisiones por doquier, principalmente (y en ese orden) a motoristas, conductores de vehículos particulares y pilotos de pick ups. Pero también es evidente que a choferes de camiones, de buses de la época de Kaibil Balam, de microbuses de transporte extraurbano de pasajeros y otros similares, no los tocan ¡Que va!, ellos son los privilegiados de esta época “de gloria” de la PMT.
Y estos últimos son precisamente los que ocasionan el “infierno vehicular”. Que tal sería entonces que los responsables del tránsito de la ciudad principiaran por tomar algunas de las decisiones que sugerimos en seguida, las mejoraran o las perfeccionaran y agregaran otras que pudieran ser positivas:
1.- Entrenar técnica y adecuadamente a los PMT antes de lanzarlos a la calle.
2.- Implementar horarios de ingreso a la ciudad para vehículos pesados de todo tipo.
3.- Prohibir la circulación de camionetas de la época de “Tata Lapo” para transportar pasajeros locales y alentar el trabajo de microbuses en ese sentido.
4.- Tomar cualquier tipo de medidas de tránsito pero con la asesoría de expertos.
5.- Cumplir con lo que han prometido hasta por escrito: Limpiar la ciudad de cualquier tipo de obstáculos en calles, avenidas, parques, corredores y demás.
6.- Ordenar la ciudad con base a planificación, experiencia y conocimiento.
Estas breves y simples sugerencias pueden servir de algo si es que desean y tienen la “voluntad política” de trabajar en beneficio de Huehuetenango.