LO QUE PRINCIPIA...:

La vida moderna está signada por la prisa, porque el tiempo debe alcanzar, porque quienes mas trabajan, quisieran eliminar hasta las horas de sueño, porque existe la idea de exprimir el tiempo lo mas que podamos...
De esa cuenta iniciamos a la vez muchas tareas, algunas de las cuales ya no las terminamos porque se nos olvida o porque francamente no pudimos. Eso en la vida privada ocurre con frecuencia, pero son cosas nuestras y estamos dispuestos a pagar las consecuencias por nuestro atolondramiento y talvez, descuido...
Pero en el ámbito empresarial, en la vida pública o en los quehaceres de la administración pública eso no debe ocurrir nunca porque daríamos al traste con una posible buena opinión que se tuviera de nuestra actitud como administradores eficientes.
Lo que se principia, debe terminarse con eficiencia y puntualidad, sobre todo en la administración pública, central y municipal. Lamentablemente aquí en Huehuetenango no podemos hablar de este tipo de eficiencia.
Hace mucho tiempo se levantaron los adoquines de la conocida Avenida De La Salle para realizar algún tipo de trabajo; pasó el tiempo y aún hoy día, siguen acumulados parte de esos adoquines y una buena cantidad de tierra en un lugar que entraña peligro: La 10ª avenida y 9ª calle de la zona 1 que de hecho, ha tenido consecuencias con algún accidente que se ha provocado por la ineficiencia de la municipalidad.
Se iniciaron trabajos de remozamiento de la 12 Avenida de la zona 1 que arranca en la parte de atrás de una agencia bancaria y termina en la 5ª. Calle; jamás se terminaron talvez porque había que trabajar (y muy eficientemente) frente a los intereses de un munícipe. Resultado: Una vía propia de cualquier caserío de mala muerte.
Mas recientemente se emprendieron trabajos municipales sobre la 4ª avenida de la zona 1, quien sabe con que propósito y se dejó abierta una zanja muy extensa que ha terminado de arruinar el tristísimo pavimento que tiene esa avenida desde la 3ª hasta la 6ª calle; no solo han permitido que el extenso mercado en que se ha convertido el mal llamado “centro histórico” de Huehuetenango abarque este lugar y mucho mas, sino que le han puesto “la tapadera al pomo” con este otro despropósito que nos sigue llenando de mas vergüenza aún de la que ya hemos acumulado por tantos años.
Y estos, son simplemente pequeños ejemplos de lo mucho que podríamos escribir al respecto.
Que me disculpen, pero nuestros munícipes no la hacen; sin embargo ahora, están atareados en la búsqueda de posiciones políticas que les permitan encontrar lugares en los partidos autorizados para participar en la próxima contienda electoral como candidatos a continuar (haciendo ¿Qué?) dentro del Concejo Municipal; o sea, es evidente que no quieren, bajo ningún concepto, dejar la corporación municipal; deben temer que sin ellos, Huehuetenango se derrumbe.
Y claro que tienen derecho; la ley los ampara. ¿Cuántos ciudadanos empadronados votarán por ellos? Eso, es harina de otro costal.