IMPUNIDAD

En esta semana que agoniza, los guatemaltecos hemos sido testigos impotentes del caos que se vive en Guatemala por la inicua actitud negativa de ciertos grupos de personas pertenecientes a diferentes estratos sociales que ya saben que se encontrarán con la reacción inoperante de las fuerzas de seguridad.

Estos grupos han convertido calles de la ciudad capital y de algunos departamentos de la República en ejemplos palpables de un estado de anarquía total mientras las figuras mas relevantes de la seguridad pública aparecen en los medios de comunicación repitiendo la misma “cantaleta”: “Vamos a hacer respetar la ley”, “Haremos cumplir la ley”, pero ese respeto y ese cumplimiento de las normas legales no aparece por ninguna parte y las sonrisas o carcajadas de burla se escuchan cada vez con mayor fuerza y con mas frecuencia.

Veamos: Un pequeño grupo de adolescentes, supuestamente estudiantes de escuelas de formación de maestros en la capital, tomaron por asalto las instalaciones del Parque de la Industria ocasionando destrozos millonarios, secuestrando a la Ministra de Educación e hiriendo a pedradas, no solo a un periodista que hubo que intervenir quirúrgicamente, sino al propio Ministro de Gobernación que, no obstante su probada valentía, quedó sangrando a la vista de todos sin poder reaccionar de manera concisa y sabia.

Posteriormente pilotos, ayudantes y propietarios de buses del servicio urbano de Guatemala suspendieron actividades, atravesando camionetas en arterias vitales de la capital, impidiendo el libre tránsito de otros automotores, violando con ello el derecho constitucional de locomoción y afectando claramente los intereses de muchísimos trabajadores y ciudadanos que no pudieron cumplir adecuadamente con sus labores y compromisos el día del caos vial.

En algunos departamentos y en la propia capital, estudiantes haraganes impidieron a sus propios compañeros asistir a clases regulares de manera violenta, vulnerando con ello su derecho a la educación.

Causas: Unos, se oponen a la propuesta de la Mesa Técnica que, recogiendo inquietudes plasmadas en los Acuerdos de Paz, pretende modernizar la carrera de Magisterio de Guatemala, uno de los dos países hemisféricos que aún no cuenta con profesores universitarios para impartir clases en todos los niveles. Otros, no quieren pagar las multas que las PMTs les han impuesto por claras faltas a la ley de tránsito.

El artículo 74 de la Constitución Política de la República de Guatemala es muy clara cuando apunta que solamente promoverá la educación diversificada en Guatemala; esta, por lo tanto, no es ni gratuita, ni obligatoria, ni los estudiantes tienen el derecho de recibirla del Estado, si nos basamos estrictamente en el texto constitucional. ¿Entonces?

El artículo 26 de la Constitución establece claramente la libertad de locomoción y el 33 el derecho a manifestación pública y pacífica. El Estado, con la fuerza que sustenta, debiera garantizar el fiel cumplimiento de la ley y no solo “advertir” y “amenazar” para que todos vivamos en paz y para que recordemos siempre que el derecho colectivo y general prevalece sobre los nefastos intereses de pequeños grupos.

El grito colectivo debiera contener los siguientes elementos: ¡Queremos Paz, Trabajo, Seguridad y Bienestar Social!