¿EQUIVOCADOS?

Cuantos de nosotros nos equivocamos a cada momento, pero lo hacemos en nuestras relaciones inter-personales, y eso se considera como un acto normal, reconozcamos la equivocación o no.
Pero cuando la equivocación es de grupos representativos de un sector pequeño o grande, puede tener repercusiones trascendentales, incluso, para el País en general.

En este momento, desde nuestro particular punto de vista, se está dando una especie de crisis en un pequeño sector educativo que, por la equivocación de algunos sectores, ha tomado dimensiones tan especiales, que ha estado provocando incidencia negativa en otros muchos sectores sociales de Guatemala, especialmente en el sector productivo.

Es de todos conocido que desde hace años, el Ministerio de Educación, independiente del partido que esté gobernando, ha tratado de implementar una reforma educativa, absolutamente necesaria, y que no debe demorar mas, especialmente en el nivel de formación de maestros guatemaltecos. Esta formación de calidad en nuestro País, principió a deteriorarse en la década del setenta cuando concluyó la jornada doble y los maestros dejaron de tener ese permanente contacto con sus alumnos; la dedicación y la intensidad en el trabajo docente decayó a niveles lastimosos. La jornada única repercutió en una lenta pero permanente caída en la calidad educativa que ahora es patente y latente, con el agravante del gran número de colegios que “trabajan” la carrera magisterial sin ningún control de calidad.

Lo anterior y muchos argumentos mas se pueden esgrimir para aceverar, sin temor a equivocarnos, que esta noble carrera, necesita urgentemente una cirugía mayor para volver a la vida en Guatemala. Dos son los países americanos en donde da mucha pena la actual formación de docentes; Guatemala es uno de ellos.

Ante esto, nos parece una equivocación de “tono mayor” la actitud tomada por pocos alumnos oponiéndose sin bases sólidas a una reforma en la cual estuvieron representados (dos alumnos huehuetecos), como tuvieron representación los colegios privados y todos los sectores involucrados, en la Mesa Técnica, dirigida por expertos, que inició su trabajo hace años.

Pero si estos pocos alumnos se equivocan en su negativa actitud (porque hay otras maneras mas inteligentes y adecuadas para que sus planteamientos se tomen en cuenta-si es que los tienen-), mucho mas equivocado ha estado el Gobierno Central cuando permitió que esas protestas de “rebeldía sin causa” hayan crecido, cual mala hierba, porque se multiplican abonadas y regadas por intereses económicos y políticos que, desde hace días, han tomado en sus manos un movimiento que, por supuesto, ya no es estudiantil.

Se escuchan acusaciones muy serias de parte de jóvenes que quieren seguir sus estudios y que se sienten frustrados porque no pueden hacerlo (siendo la mayoría), en contra de trabajadores del MINEDUC (léase personal docente presupuestado o contratado) que, con visos de total perversión, ofrecen puntos a quienes están dentro de los establecimientos tomados; acusan a exestudiantes, políticos “shucos” y gente desestabilizadora de alimentar, drogar y emborrachar a quienes permanecen dentro de esos que otrora fueron centros educativos y que ahora, según esas mismas acusaciones, se han convertido hasta en “moteles”. Lo grave es que los sindicados en público, no negaron nada.

Se equivocan también algunos trabajadores del MINEDUC (no maestros) y algún “reportero” trasnochado cuando, con evidente mala fe, tratan a los muchachos que quieren estudiar (que para eso los mandaron sus papás), de “traidores”. Pregunto: ¿A quien están traicionando, según ellos? A algún héroe desconocido…