COLAPSO ARTÍSTICO-CULTURAL:

Durante muchos años se tuvo sumo cuidado en la preparación de las “veladas” en las cuales se coronaba a la Reina de las Fiestas Julias; eran actos sobrios, decididamente culturales y hermosamente solemnes.

Años después se produjo el cambio y ya no fue solamente la Coronación de la Reina sino la “elección y coronación”; algunas de las comisiones responsables pretendieron seguir con aquella solemnidad pero otras, con el argumento del cambio propio de nuevos tiempos, fueron distendiendo el evento y se llegó, en algunos casos, al relajo total. Huehuetenango, con el particular pensamiento de esas “comisiones”, perdió bastante de una hermosa tradición que, como otras, principió a agonizar con el argumento del “modernismo”, del relajo y de que “eso es lo que quiere la juventud”. Yo me sigo preguntando: ¿En donde están las pruebas de que “eso es lo que quiere la juventud”?

Afortunadamente nos quedaba un evento que, por la misma seriedad y responsabilidad de sus organizadores, se esperaba cada año a sabiendas de que siempre nos traía algo muy bueno en rescate de valores y principios que no se pueden perder jamás aún con argumentos tan fútiles como ese del “cambio” en aras de satisfacer supuestos gustos de adolescentes y jovencitos; me refiero al acto artístico-cultural de la elección e investidura de la Señorita De La Salle.

Sin embargo este año se ha cometido un error por la presentación de un “show artístico” que las mismas autoridades “lasallistas” (en nota dirigida a los padres de familia), consideran “inapropiado e indecente”, lo “lamentamos profundamente” afirman, ofrecen las “mas sinceras disculpas” y dicen sentirse igualmente ofendidos. Una reacción apropiada de parte de ellos que consideran que eso no volverá a ocurrir; estamos mas que seguros que así será. El reconocimiento del error y su enmienda, los enaltecen.

Este servidor como padre de familia, como organizador de eventos de esta naturaleza y en mi papel de periodista, lamenta de verdad lo ocurrido porque estoy seguro que dentro de las autoridades del Colegio, nadie pretendía que se diera una cosa así, tan lamentable; pero “humanum erraret est”. Y el objetivo central de este comentario no es precisamente criticar sino aportar ante lo que yo considero que el momento por el cual atravesamos es el puntual para efectuar un “golpe de timón”, porque creo que esta manera de hacer las cosas ha colapsado.

Propongo, con mucho respeto, a las autoridades del Colegio De La Salle que a partir del próximo Ciclo Escolar la elección de la Señorita De La Salle se efectúe por medio del voto directo de los estudiantes en una fiesta diurna en donde, dentro de los límites del orden y disciplina propios del establecimiento, se permitan conjuntos musicales, instrumentos propagandísticos, discursos alusivos y todo aquello que suba los bonos de las candidatas; al final será electa la que obtenga la mayoría de votos de sus compañeros. Un jurado, por muy profesional que sea, jamás interpretará el sentir de los alumnos que son los que deben elegir a su representante. Sería una auténtica fiesta estudiantil con conexiones profundas hacia los procesos democráticos; organización y detalles, no será nada difícil elaborarlos.

Posteriormente, en un acto ceremonioso, nocturno, artístico, cultural y genial, que responda a los principios “lasallistas”, con participación directa de profesores y padres de familia, sería la “Velada de Investidura de la Señorita De La Salle 2,013” y de ahí en adelante. Esta velada, que ya me la imagino esplendorosa por la participación de verdaderos exponentes del arte musical, sería la culminación del proceso y una fiesta para padres de familia, maestros, alumnos y público en general; todos disfrutaríamos, aprenderíamos y el establecimiento seguiría cumpliendo propósitos de ejemplaridad y enseñanza.

Una sugerencia para la imaginación pero también para una sana discusión.