DIA DEL MAESTRO:

Como cada año, desde que aparece este semanario y con forme a las circunstancias del momento, nos permitimos ahora escribir con relación al momento actual.

Muy sorprendido por la polémica que ha generado la intención de hacer cambios que, como están, no se si serán suficientes para generar modificaciones como las que se necesitan en el magisterio guatemalteco especialmente en lo tocante a calidad de los docentes; creo que se necesita algo mas que lo que se piensa en cuanto a los estudios universitarios que son indispensables.

Además de llenar la mente con teorías, métodos, sistemas y demás conocimientos pedagógicos y didácticos, es urgente “llenar” el alma, el espíritu y el corazón (y conceptualice Ud. estos conceptos como mejor le plazca), para que, de nuevo, el maestro sea el apóstol de la enseñanza, el guía espiritual de sus discípulos, el médico del alma de padres de familia y la comunidad en general. Que el maestro sea de nuevo el auténtico líder honesto, decente y confiable que nuestras comunidades necesitan para no seguir siendo vilmente engañadas por tanto “mañoso” que los incita a la continuada comisión de ilícitos.

¡Un honorable agente de cambio! Una persona cuya mística de trabajo, lo eleve a alturas insospechadas en la evaluación de su comunidad.

¡Maestros así necesita el País para progresar! Maestros que hagan gala de aportar desde muy dentro alma, corazón y vida para engrandecer a sus alumnos y a su comunidad. Otra cosa, no sirve.

Si Ud. al leer esto piensa que es mucho pedir, entonces tenga la seguridad de que Ud. no tiene vocación para el auténtico Magisterio.

¡Feliz su día, verdaderos y auténticos MAESTROS HUEHUETECOS!