CONSEJOS DE DESARROLLO:

Nacen a raíz  de la promulgación de la Ley General de Descentralización que da como consecuencia la formulación de la Ley de los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural. Se integra entonces el Sistema de Consejos de Desarrollo, en la siguiente forma: a) El Nacional, con el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural; b) El regional, con los consejos Regionales de Desarrollo Urbano y Rural; c) El departamental, con los Consejos Departamentales de Desarrollo; d) El municipal, con los Consejos Municipales de Desarrollo; e) El comunitario, con los Consejos Comunitarios de Desarrollo.

Conforme a mi particular opinión, este es un sistema piramidal cuya base es este último, conocido comúnmente entre todos, como COCODES.

Estos Consejos de Desarrollo nacieron con la base experimental de lo que en un momento de nuestra historia reciente,  fueron las Coordinadoras Departamentales Inter-Institucionales que tomaron bajo su responsabilidad promover el desarrollo integral de cada Departamento en los cuales funcionaron; Huehuetenango fue uno de ellos y me consta que aquella Coordinadora funcionó de manera extraordinaria para resolver, con la inmediatez que requería cada problema, dentro de las comunidades que acudieron a presentar su petición.

Las Coordinadoras Inter-Institucionales carecían de dos elementos que las hacían funcionar de maravilla: a) El político y b) El exceso de burocracia; ahora en los Consejos de Desarrollo, estos mismos elementos, con una presencia demasiado evidente y sobresaliente, son los que influyen de manera determinante para que algunas cosas se entrampen o definitivamente no funcionen.

Pero ¿Cuál es el espíritu que debiera guiar principalmente a los COCODES? El sincero deseo de trabajar en beneficio de la propia comunidad, región, zona, barrio o como quiera que se le llame al espacio físico en el cual vivimos.

Precisamente por eso (y voy a escribir solo de un elementos de los muchos que hay que tomar en cuenta), en el momento de proceder a la elección de los representantes de cada COCODE se debe seleccionar a las personas que, además del amor a su comunidad, tengan excelentes relaciones con sus vecinos y con las autoridades, porque del trabajo que ellos realicen en cuanto a identificar y priorizar proyectos, planes y programas que beneficien a su comunidad, necesitará del respaldo y el apoyo de vecinos y autoridades.

No se debe elegir a personas con claras tendencias político-partidistas que lejos de ayudar al desarrollo de su sector, lo echarán todo a perder por sus propias ambiciones o por seguir instrucciones absurdas de políticos corruptos y marrulleros que lo único que les interesa, es llevar “agua a su molino”.

 No se puede “echar en saco roto” que se debe partir de acuerdos a lo interno de la vecindad y que se necesitará del apoyo de las autoridades municipales y del gobierno central para lograr proyectos de indudable beneficio colectivo; si intervienen personas negativas o sesgadas tontamente, se correrá el riesgo de no avanzar ni ahora, ni nunca.

Tenemos que pensar principalmente en lo que le vamos a heredar, social y estructuralmente, a nuestros hijos y nietos y aquí “no hay pierde”. ¡Al carajo con los intereses de políticos corruptos y sus insinuaciones sesgadas, perversas y negativas!