domingo, 19 de abril de 2015

TERREMOTO:

No puedo pensar en otra cosa que no sea este titular para escribir algo de lo mucho que está ocurriendo en mi País en los aspectos judiciales y políticos que ensombrecen, como nunca antes, el panorama de esta Patria tan golpeada por las mafias oficiales y privadas que encontraron en la corrupción el camino fácil para su enriquecimiento ilícito, descarado y perverso.
            El secretario privado de la Vice-presidenta, el actual jefe de la SAT y su antecesor encabezan la lista de los primeros aprehendidos porque el MP, la CICIG y en menor medida el Ministerio de Gobernación, descubrieron y encarcelaron a parte de una mafia enquistada dentro de la entidad oficial recaudadora de impuestos.
            En las conversaciones telefónicas que han servido para desmantelar estas estructuras corruptas paralelas a entidades gubernamentales, no solamente se establece el involucramiento de los ahora detenidos, sino se escuchan expresiones tales como que “el presidente”, “el número uno”, “la número dos”, “la señora” o la “R” y se intuye que son quienes de verdad ejercen la jefatura de esta vergonzosa organización que ha corrompido hasta el tuétano la entidad recaudadora de impuestos que, por cierto, nunca se ha vestido de inmaculada blancura.
            Las repercusiones a nivel nacional e internacional de esta “puesta en escena” de parte de estas redes corruptas que tienen que ver con muchos de los negocios del Estado no se han hecho esperar; mencionamos algunas: 1) El posible hundimiento total de este gobierno; 2) El fracaso incontrovertible del proyecto político impulsado por el actual Presidente de la República; 3) El total escepticismo de la población en general sobre lo que digan (en cualquier asunto) quienes encabezan el gobierno; y 4) La caída estrepitosa del Partido Patriota que principia su final. Alejandro Sinibaldi con su renuncia como candidato presidencial del PP, cava la tumba y manda construir la lápida.
            En cuanto a esto último, la Democracia Cristiana, el Partido MAS, el PAN, el FRG, la GANA y la UNE, agrupaciones políticas que encabezaron sucesivos gobiernos fueron desapareciendo de la escena política paulatinamente, mientras llegaba el ocaso de sus dueños; este es el primero que principia su desmantelamiento mientras aún es el partido oficial; pero todos, como empresas electoreras, se van difuminando cuando dejan de ser útiles para sus propietarios que consiguieron su propósito verdadero: el enriquecimiento ilícito de quienes fueron sus máximos dirigentes; la historia lo confirma.
            El Ministerio Público, con el apoyo de la CICIG, ha principiado la develación de lo encontrado en una investigación de más de un año con pruebas científicas y documentales contundentes; sabemos que solo es la punta del iceberg porque hay mucha más gente involucrada entre políticos absolutamente corruptos y empresarios ídem; ojalá que no haya fuerza humana capaz de impedirles seguir en la investigación y judicialización del caso, hasta llegar a los tribunales de justicia de los que se espera simplemente, el cumplimiento de su deber como operadores de una justicia implacable.

            Si este vergonzoso caso se trata y se solventa con honorabilidad y decencia, se estará sentando un precedente histórico en Guatemala.

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