TIRANDO LA TOALLA:

Lo que está pasando por mi mente y mi espíritu en este momento de crisis política que vivimos en Guatemala, me imagino que es lo mismo que piensan y sienten miles de guatemaltecos informados: estamos a minutos de tirar la toalla.

            Aquellas manifestaciones multitudinarias que se iniciaron en el mes de Abril sin líderes a la vista, solo ante las groseras evidencias de corrupción en todos los niveles, fueron diluyéndose ante el grosor de la piel de los corruptos y corruptores y frente al desparpajo, cinismo e indiferencia oficial.

            Ha continuado el destape de estructuras criminales de todo tipo, se han descubierto bochornosas, malolientes y criminales actuaciones de políticos marrulleros que han venido cometiendo ilícitos a granel, evidenciados en videos y escuchas que, si este fuera otro país, hubiesen bastado para expulsarlos de los vehículos electorales a los cuales pertenecen, cesados en sus funciones legislativas, ejecutivas o judiciales y enviados, bajo procedimiento judicial, a guardar prisión mientras se hacen las averiguaciones correspondientes. Pero no, los políticos cómplices en su mayoría, cerraron filas y se han parapetado, cada uno en sus trincheras, para defender a como dé lugar, al compadre, al compinche, al correligionario, al cómplice, porque “lo que le pase a él me pasará a mi” y concluyen: “hoy por ti y mañana por mí”.

            Al final de cuentas la petición de las renuncias que se exigieron, la devolución de lo robado por medio de los actos de corrupción, la solicitud de enjuiciamiento para los funcionarios y “dignatarios” corruptos y similares, realmente no era lo más importante de las exigencias ciudadanas; lo verdaderamente importante y urgente a la vez, era la implementación de los cambios en la Ley Electoral y de Partidos Políticos para que, cobrando vigencia de inmediato, llegáramos a las elecciones con nuevas reglas de juego y no cayéramos a lo que ahora nos encaminamos: hacer lo mismo de siempre para que, los mismos u otros peores, sigan el juego del robo agravado de los recursos del Estado.

            Tal vez algunos piensen y pregunten: ¿Por qué esa demostración de apatía y de fracaso al expresar que ya “tiramos la toalla”? Simplemente porque a estas alturas del partido, cuando apenas faltan días (ni siquiera un mes) para la fecha estipulada por el TSE para la realización de las elecciones, ya no hay tiempo para ningún  tipo de cambio en las reglas del juego.

            Algunos ciudadanos cumplieron presentando las propuestas, sin “trampas” a la vista y esperando una respuesta similar del Congreso, del TSE y de la CSJ; y aquí nos topamos con el puro cinismo, el enclaustramiento y la desvergüenza de los politiqueros que no aceptan cambios de ningún tipo con el objeto de continuar mamando del erario nacional, tal como están acostumbrados; “dipucacos” del Líder y del Patriota, señalados por la justicia y el dedo acusador de la vindicta pública de corruptos, no llegan al hemiciclo y si llegan se retiran cuando lo juzgan oportuno, atendiendo las estrategias diseñadas por los dueños de sus vehículos electoreros a efecto de no perder privilegios; con esta actitud es que nos han desesperado a todos; y la desesperación, como el hambre, son muy malos consejeros. Algunos miembros del OJ, han optado por idéntica táctica, ya no digamos el ejecutivo. Es como gritarnos a todo pulmón: “¿Y ustedes que dijeron?, ¿Que nos íbamos a dejar?”, con el agregado de que nos sacan la lengua en señal de burla sangrienta…

            Por eso es que estamos punto de perder otra batalla y esta, tal vez, es la más dolorosa de todas, porque nos plantea un futuro negro para nuestra patria; y no podemos menos que preguntarnos: ¿Qué va a pasar mañana? ¿Qué ocurrirá en Septiembre? ¿Qué se nos vendrá después? Y todo porque no nos dejaron otra opción que,  ahora, ”tirar la toalla”…  O ¿Hay otra cosa por hacer?