AUTORIDADES

A consecuencia de lo que viene ocurriendo en el Departamento de Huehuetenango, de hace unos meses a esta parte, que ha puesto a prueba la estabilidad emocional de vecinos de diferentes sectores pero fundamentalmente la capacidad de las autoridades nombradas o electas, podemos corroborar lo que hemos dicho y escrito por los medios de comunicación en los cuales tenemos participación directa.
Esto es, en breves palabras, que sin temor a equivocarnos y sin excepciones, la eficiencia, capacidad e idoneidad de los funcionarios electos o nombrados para Huehuetenango, deja mucho que desear.
Los problemas existentes ellos mismos los han generado o de lo contrario los han acometido de manera tan deficiente que se les han ido de las manos; todo se ha desbordado hasta el punto que vecinos de diferentes sectores de la ciudad y el Departamento están actuando con violencia extrema; eso no tiene otra causa mas que la desesperación y la inconformidad en la cual vivimos la mayoría, que nos hace explotar violentamente ante estímulos negativos; estos sentimientos que están a flor de piel se exacerban cuando formamos parte de una multitud incontrolable.
La semana anterior, tal como informamos en el apartado de sucesos de esta fecha, se han producido terribles incidentes algunos de los cuales han degenerado en violencia extrema que dieron como resultado que personas agredidas por multitudes inconformes fueron a dar con su humanidad a los centros hospitalarios pero otros, con menos suerte, fueron linchados y quemados por turbas convertidas en “olas salvajes”.
La inconformidad y la molestia ciudadana tienen muchas maneras de manifestarse, algunas de las cuales no quisiéramos que aparecieran entre nosotros; pero ya se han dejado sentir.
Si hubiese real capacidad en las autoridades, ya se habrían tomado las medidas pertinentes para que el espíritu ciudadano vuelva a su normalidad; esas medidas pasan por el reconocimiento real de las situaciones anómalas provocadas y por un “mea culpa” que lleve implícito, el establecimiento de determinaciones inteligentes para corregir definitivamente lo equivocado, lo erróneo, lo malo.
En Salud, en Educación, en Gobernación, en Medio Ambiente, en la Municipalidad...en todas las dependencias, existen deficiencias que están provocando malestar generalizado que se sale de control; algunas de las medidas tomadas tienen que ver con actos de corrupción que el pueblo ha detectado fácilmente o con ciertos privilegios de los que gozan quienes menos debieran, porque se otorgan a costa del bienestar de las mayorías.
Faltan administradores, funcionarios, directores y jefes que actúen con honorabilidad y decencia a toda prueba porque, de verdad, el pueblo da evidentes muestras de que la corrupción galopante que existe en la mayoría de las dependencias, los tiene “hasta el copete” y que están dispuestos a lo que sea con tal de que este estado de cosas termine para siempre.
Pero seguro que habrá “funcionarios” que estaría dispuestos a seguir enriqueciéndose ilícitamente a pesar de “las señales” que aparecen en el horizonte. ¿Será que están dispuestos a sufrir las consecuencias?