SEGURIDAD

Para nadie es un secreto que a falta de diez meses para que concluya el período constitucional de los gobiernos central y municipal son muy pocas las cosas de las cuales los guatemaltecos pudiéramos sentirnos tranquilos y satisfechos por lo que los electos, muchos de ellos en mala hora, han podido realizar al frente de las obligaciones de cada quien.
Sobresalen las materias de educación, salud y seguridad que están siendo reprobadas por el gobierno central con calificaciones desastrosas y con el agravante de que en este sentido, han contado con la complicidad de la mayoría de gobiernos municipales que no han podido ni querido involucrarse en estos asuntos tan importantes para el pueblo de Guatemala.
Huehuetenango en educación tiene una población estudiantil enorme y una gran mayoría atendieron el llamado para buscar escuelas ante la famosa “gratuidad”; no encontraron escuelas y si las encontraron eran (y siguen siendo) verdaderos monumentos al hacinamiento, el desorden y la indisciplina; tampoco encontraron maestros muchos de los cuales siguen pidiendo pago de salarios o ser asignados o contratados; en cuanto a la calidad educativa, esa es una mala palabra para el MINEDUC.
En Salud, las denuncias de malos tratos, hacinamiento en hospitales, en Centros de Salud, en el CAMIP, en el IGSS; falta de apoyo y medicamentos en todas las instituciones salubristas, además de las “asambleas generales” de los sindicalistas, ya nos deja un triste panorama nacional.
Pero en seguridad la cosa está que arde: La criminalidad común y organizada tiene de rodillas al gobierno y al pueblo en general; nunca se sabe si pedir auxilio o no a las llamadas “fuerzas de seguridad” porque se tiene la percepción de que están totalmente penetradas por delincuentes que lejos de ayudar, lo asesinan o cuando menos, lo terminan de asaltar.
Pareciera que son “niños de pecho” los que están al frente de estas instituciones porque todos los días asesinan impunemente por lo menos a 18 personas en el territorio nacional; Huehuetenango “contribuye” por lo menos con un asesinato al día en esta macabra estadística y no existe capacidad de investigación, de iniciar procesos judiciales correctos en contra de los delincuentes, menos un sistema preventivo que pudiera funcionar.
En este último aspecto como que dejaron de funcionar los sistemas de inteligencia que hasta hace algunos años mantenían informado al gobierno sobre las estructuras delincuenciales de todo tipo, incluyendo las acciones criminales que se podían neutralizar y abortar antes de que intentaran ponerlas en ejecución. Hoy solo escuchamos algo de esto cuando necesitan meter a la cárcel a un político opositor o a alguien que pudiera “hacerles tierra” ante la opinión pública y a quien deben desprestigiar a como de lugar.
Que pena que muchos guatemaltecos pensemos que hemos perdido ya muchos años en experimentos políticos que han enriquecido a pocos, a costa del empobrecimiento general de la población.
Talvez, y solo talvez, con nuestro voto en la próxima contienda electoral, podamos cambiar sustancialmente lo que hasta ahora, nos ha hecho tanto daño.