¡EMBESTIDAS!

Durante los últimos días la cabecera departamental de Huehuetenango ha venido siendo objeto de crueles embestidas de parte de los “soldados de la muerte” que no tienen el menor escrúpulo para arrasar con quien sea a manera de cumplir con los contratos recibidos o los encargos que sujetos con mayor poder les encomiendas para limpiarles el camino.
De lo mas impactante acaecido, traemos a cuenta el vil asesinato cometido en contra de Carlos Noé Gómez quien desempeñaba un cargo directivo en el club Xinabajul; todas las hipótesis de este crimen, tal como lo afirmamos en su momento, señalan una vinculación íntima con las cuentas y los resultados nada halagüeños de este cuadro de fútbol. Pero las autoridades, que están para eso, no tardarán mucho en señalar a los asesinos y explicar por que razón lo mataron.
Un hombre joven nacido en el Departamento de Zacapa fue acribillado a balazos en la puerta de una clínica odontológica ubicada en la 4ª calle, en el tramo que siempre conocimientos como “calle del Hospitalito”, en donde los asesinos que circulaban en automóviles, dispararon a mansalva matando a este joven pero seguramente buscando otro blanco que les interesaba, el cual no lograron encuadrar en la mira de sus fusiles.
Un contingente de elementos de la DEA, del Buró de Investigaciones de la USA conocido internacionalmente como FBI, de diferentes comisarías de la PNC de la capital y de otros Departamentos de la República, Jutiapa incluso, elementos del Ejército Nacional, de la Fiscalía Antinarcóticos de la ciudad capital y otros, se apersonaron sorpresivamente en la ciudad de Huehuetenango en donde practicaron una serie de allanamientos en hoteles y domicilios particulares.
Llamó la atención el sofisticado armamento que portaban y que elementos de Huehuetenango no estuvieran como protagonistas de allanamientos y cateos; a pesar de eso, parece ser que la alarma cundió entre los posibles narcos asentados en esta ciudad, lo que significa que hubo filtraciones interesadas porque la mayoría de los allanamientos fueron negativos. Sin embargo, principalmente en un hotel, encontraron todo un arsenal con armas de grueso calibre, chalecos antibalas, municiones, dinero americano y guatemalteco, drogas y otras evidencias de este trágico negocio; capturaron eso sí, a ocho personas probablemente implicadas que fueron trasladadas de inmediato al Preventivo de la zona 18 en Guatemala.
El mismo día de los cateos y probablemente sin ninguna relación con los eventos que se iniciaron muy temprano en hoteles y domicilios, caía asesinado a balazos en la 2ª avenida de la zona 3, un guardia de seguridad que acompañaba a otra persona, la cual quedó herida, que llevaría dinero en efectivo a depositar en una agencia bancaria, pero a pie. Se supone que este otro crimen se dio por la ambición de los asesinos de quedarse con el efectivo que seguramente no era mucho. Merece comentario aparte la falta de previsión de algunas personas que ordenan a sus empleados hacer ciertos depósitos bancarios enviándolos a pie.
De esta manera se cierra otra semana negra en Huehuetenango; violencia e impunidad corren parejas por la falta de idoneidad de jefes y empleados de ciertas dependencias. Aquí la única forma de detener tanto asesinato y la extensión del crimen organizado, sería que nos uniéramos en un frente común para defendernos ordenada y estratégicamente bajo el mando de un experto en seguridad ciudadana. Otra cosa, como esperar que el gobierno cumpla con este deber constitucional, es simplemente una utopía.