POSITIVISMO

A pesar de los muchos conflictos existentes; no obstante las molestias que se generan a consecuencia de actitudes necias y negativas que pretenden romper o fracturar irreversiblemente la tradición huehueteca referente a las serenatas; con ese sentimiento de impotencia que nace en el espíritu colectivo por el incremento descomunal de la delincuencia que, con la protección, colaboración, apoyo y complicidad de “ciertas autoridades” que reciben su buena “tajada” por el robo de celulares y de vehículos, siempre tenemos que sentirnos agradecidos con el Supremo Hacedor, porque en medio de esta debacle que nos conduce al abismo, hay personas y entidades que con gran positivismo, siguen trabajando y confiando en la mayoría de huehuetecos a sabiendas de que somos trabajadores y honrados. Deseo destacar que, en el curso de la presente semana, en un lugar acogedor que se llama “La Tinaja”, se ha inaugurado una exposición fotográfica con el apoyo de CEDFOG y “Casa Sáenz”, en la cual, todas las personas que deseen visitar este sitio que está ubicado sobre la 4ª calle entre 6ª y 7ª avenidas de la zona 1 (frente a la casa en donde yo nací), recordarán o conocerán aspectos maravillosos de nuestra ciudad y Departamento que, querámoslo o no, nos hacen suspirar y conservar la firme esperanza de que tendremos un mañana hermoso, que aún queremos ver y que ojalá nuestros descendientes, reciban como la mejor herencia que pudimos legarles. El segundo acontecimiento que se produjo, sin muchos bombos y platillos pero que representa un avance arquitectónico que enriquece el alicaído ornato de la ciudad, ha sido la inauguración del “Edificio Sáenz y Ortega”, frente a la Catedral huehueteca. Para quienes desde muy lejos recuerdan ese Huehuetenango hermoso que nos vio nacer y en el cual hicimos nuestros primeros “pinitos” deseo apuntar algunos detalles: En lo que hoy es la esquina de la 5ª avenida y 3ª calle, surgió hace muchos años, una especie de sucursal de Casa Ascoli de la capital; posteriormente se convirtió en lo que muchos conocimos como “Casa Sáenz”; ahí permaneció sirviendo a la comunidad. Fue fundada por don Manuel Sáenz y su esposa doña Petra de Sáenz, ambos españoles que se radicaron por acá desde principios del siglo pasado. Ellos vivían en una hermosa casa solariega, amplia, llena de flores con sus hermosos patios que hicieron las delicias de sus hijos; uno de ellos, don Manuel (don Manolo, le decíamos afectuosamente), se hizo cargo del negocio y se quedó viviendo con su familia en aquella hermosa residencia. Pues en parte de ese terreno se ha construido, gracias a la decisión de los hijos de don Manolo (Manolín a la cabeza) ese bello edificio comercial que ya se ha inaugurado con el nombre de Edificio Sáenz y Ortega. Los actos de inauguración muy sobrios y muy apegados a la tradición huehueteca, al amor por la tierra que los vio nacer y en donde destacó, como debiera ser siempre, el instrumentos nacional “La Marimba”, que ellos han colocado en un pedestal brillante. Los invitados disfrutaron el acto y admiraron el esfuerzo y la belleza arquitectónica de este edificio y permanecieron contentos y unidos como hermanos “hasta que les apagaron la luz”…literalmente. ¡Felicitaciones a Manolín, hermanos y familia por este nuevo aporte para Huehue.!