CASOS Y COSAS DEL 16 AL 22 DE NOVIEMBRE 2014

No obstante la situación económica difícil por la cual atravesamos todos este año, el optimismo por rescatar algo de lo casi perdido durante los últimos días del período, se agiganta y el sector privado hace lo suyo lanzando “ofertas” a granel, trayendo conjuntos musicales y realizando una serie de actividades esperando que el dinero fluya de donde, a lo mejor, está escondido. Por su parte, las autoridades, principalmente desde la Municipalidad,  han comenzado ya a trabajar en firme para iluminar festivamente el Parque Central y sus alrededores, de manera que quienes aquí vivimos nos contagiemos un poco del espíritu navideño que no se debe perder en beneficio de los niños, porque ellos desconocen muchas de las cosas que a los adultos nos preocupan y amargan. Por eso es de felicitar tanto a la iniciativa privada, porque ellos en su afán de que el negocio sea bueno, incitan de mil maneras al jolgorio y a las autoridades del municipio por inyectarle optimismo, colorido e iluminación a los eventos del fin de año.

            Lo hemos mencionado en varias oportunidades pero parece ser que la delincuencia ha tomado rumbos que se han salido totalmente del control de las autoridades y es por ello que nosotros debemos insistir en el asunto. Por las noches, tanto casas particulares como negocios ubicados en cualquier sector de la ciudad, pueden ser objeto del asalto de delincuentes que han vaciado recientemente varios ambientes; si Ud. circula en motocicleta, solo o acompañado, puede ser que los delincuentes le intercepten el paso y bajo amenazas de muerte con armas de fuego en mano, le quiten su vehículo y si su acompañante es mujer, a lo mejor se la llevan para violarla; si camina, puede ser que le quiten hasta los calcetines sin llevarse los zapatos; si deja aparcado su vehículo, moto o pick up principalmente, seguro que cuando regrese ya no esté. Podría ser exageración pero me remito a las últimas estadísticas oficiales en las que no aparecen multiplicidad de denuncias que se quedan reservadas. Me duele aceptarlo categóricamente, pero estamos mal; este no es “municipio seguro”; esto es una muestra de la inseguridad total en la cual vivimos.

            La semana anterior, además de tener algunos serios problemas de salud por los que, por lo menos esta sección no fue escrita, también sufrimos algún tipo de inconveniente en el traslado de nuestro trabajo por el correo electrónico que desafortunadamente me dejó de funcionar por varios días; supuestamente todo estaba normal, surgía el mensaje del envío correcto, pero simplemente no “viajaba” por el ciberespacio; cuando estuve convencido de que además del problema de salud, había también algo técnico en el fondo, entonces utilicé otros medios y por fin, el trabajo llegó a su destino. Lamento muchísimo el incidente, principalmente por aquellos amigos que se han acostumbrado a recibir este semanario puntualmente. Solo espero que El Señor nos preste su ayuda para continuar con este trabajo periodístico hasta el último aliento. ¡Gracias por su comprensión!