DERRUMBE:

No obstante que la época de lluvia ha desaparecido casi totalmente de nuestro entorno, siguen cayendo derrumbes; la tierra mojada, húmeda y floja a causa de las lluvias copiosas recientes, no está “prendida” al resto de la misma porción y por estar colocada en una leve pendiente, cae a los caminos, carreteras, viviendas y demás, provocando incluso tragedias cuando ya no debieran ocurrir. Eso pasa físicamente en distintos lugares del País en estos días; pero no nos vamos a referir ahora a este tipo de “deslaves”; hablaremos de “derrumbes” en la cosa política.

            Quienes ocupan posiciones de cierto nivel en el entramado político y público de nuestra República, pero también aquellos empresarios con negocios en el Estado, debieran andar con pies de plomo y no dejarse sorprender con lo que ahora se puede hacer sabiendo utilizar, para bien o para mal, la tecnología moderna.

            Durante los últimos días hemos sido testigos de grabaciones de audio que se les hicieron a funcionarios públicos que son tremendamente comprometedoras; unas “in sito” con el uso de un aparato, sofisticado o no, que captó claramente las conversaciones; otras, seguramente, utilizando “diablitos” o “ lagartos” de los más pequeños para “pinchar” con mucho éxito, los hilos telefónicos de aparatos “domiciliares”; el supuesto “espía-delincuente” que hizo el trabajo de campo (a lo mejor políticamente bien retribuido) consiguió quienes, habiéndose dedicado permanentemente a esa sucia anónima “labor”, le incluyeron un programa de voz, la digitalizaron y la colocaron en las redes sociales. En ambos casos, se tenía que detonar el escándalo, que es obviamente, lo que los autores de los “trabajitos tecnológicos por encargo” pretendían.

            El caso que tiene que ver con Huehuetenango estalló con algunas “anunciadas” supuestas destituciones que habrían sido ordenadas sobre la marcha y otras que vendrían en el camino; seguramente la diputada involucrada no se quedará con los brazos cruzados y con el apoyo de su partido y el supuesto poder que posee, no cesará de investigar, con el auxilio de personal especializado, quiénes fueron los que le ocasionaron tremendo “desaguisado” con sabor a “fiambre” pero de los malos y no descansará hasta ver rodar “las cabezas” que le produjeron su propio dolor de “ídem”.

            Aquí se produjo un “derrumbe” en la confianza y credibilidad del gobierno central casi controlado por la acción inmediata del Ministro de Salud, que con sus oportunas declaraciones tendientes a una investigación urgente, supo re-componer las piezas del ajedrez político, evitando un “jaque mate” anticipado. Debe cumplir con lo que dijo. En todo caso este “intríngulis” está en manos del Ministerio Público.

            Estamos a dos pasos del próximo evento electoral y ningún candidato o pre-candidato, funcionario o líder de partido político alguno que pretenda llegar limpio a las elecciones, puede darse el lujo de semejantes “metidas de pata” si quieren tener esperanzas positivas en el triunfo.

            Sin embargo vemos por todas partes alfiles o peones, allegados a “candidatos” a elección o re-elección de algún cargo (en algunos casos los propios interesados), que, no solo ofrecen tristes espectáculos por su exponencial estupidez, sino que “van por el mundo” exhibiendo públicamente su ignorancia, su prepotencia, su altivez y su intolerancia que lesiona gravemente la popularidad de “su candidato” o de “su funcionario”. Si el Presidente, diputados, alcaldes y otros tienen en su “rosca” íntima a este tipo de gentuza, debieran desprenderse de ellos con urgencia, para evitar daños mayores y mayúsculos que podrían lesionar gravemente sus aspiraciones políticas. Debieran estar seguros que si estos cafres son sus amigos y correligionarios ¿Para qué quieren enemigos y adversarios? Ahí los tienen metidos entre la camisa, agazapados, torpedeándolos permanentemente.

            No olviden el peso de la filosofía popular plasmada en refranes como este: “Dime con quién andas y te diré quien eres”.