sábado, 27 de diciembre de 2008

SAN ANTONIO HUISTA

Saludo con mucho cariño a todos los “tonecos” con motivo de la Navidad y les deseo muchos éxitos para el año 2,009; un éxito como el que ha logrado el bardo, orgullo de San Antonio Huista, Danis Rodríguez, que logró el premio único de los Juegos Florales de la ciudad de Sahuayo de José María Morelos del Estado de Michoacán de Ocampo de la República de México, frente a 627 competidores de varios países del mundo. ¿Cómo la ven?
Como el mas humilde de los homenajes al poeta laureado, publicamos a continuación y que Uds. nos hará favor de leer y deleitarse, con este hermoso poema dedicado a su tierra natal:

La patria de la infancia
A San Antonio Huista
I
Hay una tierra de cristal mojado
que me sigue en los días de diciembre
subvierte los olvidos y deshoja los vientos.

Es un pueblo decían, pero no, no es un pueblo;
es todo un incensario de recuerdos
aletargado entre las noches tibias
en que se mece abril,
deshojado de agostos y mojado de octubres.

Es la patria pequeña, digo yo,
la tierra en que parieron los violines,
la de ríos intensos y niñas vaporosas.

Es la pequeña patria, la del viento
es la pequeña patria, la del agua.

Llena con empedrados de recuerdos
azul como la risa de mis sueños
San Antonio se llama
y yo la llamo: mi pueblo.

II
Crece un murmullo tenue en el río que corre
en mi memoria.
No recuerdo de donde me llega ese murmullo,
de donde se levanta la voz de la alborada
para tocar campanas de dolor a mis oídos.

Viene como en las lágrimas,
como en el agua batiente que desciende en las piedras;
es toda una niñez que no se apaga,
es toda una distancia que no mata,
pero que sí camino por entre dedos
y conmueve las manos y penetra los ojos

Me sube por la espalda un temblor decembrino
mientras la voz del viento trae un sol de madera
que alumbra mi recuerdo.

No tengo pasos leves, ni palabras sagradas
solo una gota clara
cuyo murmullo penetra las orejas
con la ternura intensa de un niño cuando llora,
con la fuerza del último estertor de un herido.

Es la voz del recuerdo que me trae una infancia
envuelta en hoja de plátano como regalo de pobre
o envuelta en navidades como regalo de Dios.

III
Cuando pienso en la patria, pienso en cosas pequeñas:
en ríos que marcaron el norte a mi mirada,
en montes que le dieron perfil a mi recuerdo,
en horizontes sutiles puestos sobre la tarde.

No pienso en cosas grandes o en himnos aguerridos,
ni en soldados imberbes caminado al abismo,
ni en colores azules cubiertos de banderas.

No me traigan esa patria de septiembres
y marchas militares
para mi, la palabra que llena los recuerdos
cuando pienso en la patria,
tiene nombre de un pueblo.

Por ratos, si, por ratos, cuando siento nostalgia,
cuando me crecen sueños en lo angosto de abril.

Un pueblo que no tiene portones en las casas,
un pueblo de entejados de barro recocido
y de adobes de lodo.

Esa es la patria,
esa
es la imagen de patria,
no la de anuncios brillantes cocinada en tambores
ni la de los discursos,
ni la de las canciones,
sino la que esta pegada sobre alguna montaña
y la que esta dormida entre algunos milagros.

Es apenas un viento que golpea la noche
al regresar del parque,
es apenas el cause silencioso de un río,
es apenas un niño jugado en una escuela,
o una niña callada que me regaló un beso.

La patria que yo tengo y que llevo conmigo
puedo cubrirla caminando toda
sobre calles de piedra
antes del desayuno.

IV
Mi patria tiene calles de piedra en el recuerdo,
y una historia que corre por la orilla del río,
y un ciego que cantaba,
y quince navidades desbordando la espera,
y la historia de un viejo al que el diablo hizo rico.

Mi patria tiene matas de plátano en los cercos,
tiene niños jugando mientras van a la escuela.

Mi patria tiene rocas marcadas por los pasos
y una historia de ancianos para llenar esquinas.

Mi patria , la pequeña, tiene muertos a medias,
tiene espíritus listos para ser conjurados
y cerros en donde ahora
ya no siembran maíz.
Tiene una ermita leve y un cementerio intenso,
tiene un río callado y un pasado reciente.

Mi patria, la pequeña, tiene amor en el pelo
y un camino que busca cerros después de cerros.

Mi patria, la pequeña, tiene un corazón
dividido entre hijos que la guardan de noche
y quienes la recuerdan en sus días de ausencias.

V
Al hablar de la patria
ellos hablan de cosas inmortales,
se llenan las palabras con ecos vespertinos
y avanzan en la tarde dando palos de ciego.
Vienen desde su intento de construir conceptos
y se llenan los ojos con color de banderas.

Son los patriotas, yo los conozco de antaño,
los veía llenar intenciones con sueños.
Yo no puedo, yo soy de los pequeños
de los que deben ganar el pan diario, cada día.

Por eso me detengo en lo más hondo de la vida
y pienso en calles de piedra, no en marchas militares;
pienso en niños con hambre, no en banderas ondeando;
pienso en manos callosas, no en tardes de septiembre.

La patria, como la piensan, los que piensan como yo,
tiene ribetes de infancia en sus mejillas,
y es un pueblo que evoca espíritus de antaño
y recuerdos que crecen en la vega de un río.

A veces lo recorro, en lo gris de mi ausencia,
mientras contemplo fotos, que caen de amarillas
y persigo memorias robadas al alzhéimer.

Es la patria que brota desde el más claro arco iris,
desde la tremolina de mis hijos riendo,
desde la soledad de mi padre, en su casa.

Es la patria material que llevo entre las uñas,
la de las piedras blancas que contemplan noviembre,
la de polvo y sudor en los caminos,
la de horizontes grises de un abril de cigarras

No es la patria de ellos, sino la patria nuestra,
la espigada de flores y sonrisas,
la patria de mis huellas y de mis cuatro abuelos
enterrados en flores,
la de mis veinte sueños
impregnados de mayo.

3 comentarios:

A las 27 de diciembre de 2008, 23:47 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Que hermoso poema. Felicidades al autor.

 
A las 29 de mayo de 2009, 14:50 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Este poema me hizo suspirar y derramar una lágrima por mi pedacito de cielo.... Don Danis aunque no lo conozco he escuchado hablar mucho de usted, y sé que es un gran poeta, lo felicito por este hermoso poema, ojalá más tonecos pudieran leerlo.... sé que como yo, hay muchos tonecos ausentes que deseamos más que nada regresar a nuestro querido pueblo, pero sabemos que donde estemos siempre engrandeceremos su nombre, y usted ha hecho que el nombre de San Antonio vibre muy lejos de Guatemala... felicidades y que siga cosechando muchos éxitos.... Saludos a todos mis paisanos tonecos... Anasilvia Salazar...

 
A las 11 de febrero de 2010, 13:53 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Tengo tantas cosas que me gustaria escribir pero no se por donde empezar....resumo mis respetos y admiracion hacia un paisano toneco con un simple pero muy sicero " GRACIAS "......es un honor saber que le esta hechando ganas y demostrando que a pesar del tiempo y la distancia lo toneco no se olvida....... Dios lo bendiga siempre
Edivan A.

 

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