INTERESANTE INTERCAMBIO

El distinguido amigo, Lic. Edwin Cardona, ha compartido conmigo el interesante intercambio de opiniones que ha sostenido con personas que integran un grupo que se denomina, creo yo, Frente de Huehuetecos Unidos, o algo así; se originó por el correo electrónico que copio a continuación y que tiene faltas de ortografía que se nota que son “inventadas” en el afán del autor por esconder su identidad; pero lo que puede tener cierta consistencia es el fondo, por lo tanto, aquí va:


“ese alcalde danilo angel y su corporasion no dan la cara al pueblo es necesario tomar medidas de hecho para que renunsien y se vallan de huehuetenango. no es justo que esten gosando a costillas del pueblo por lo que todo huehueteco que ama su tierra heche a todos estos ladrones. que a partir de hoy, todos los carros casas y todos los bienes de estos ladrones sean destruidos de inmediato y tirarles piedras o mierda donde quiera que los miremos. todos tenemos derecho a quemar sus carros y sus propiedades que obtuvieron con lo que le cobraron a los pobres taxistas. todos a tirar la basura a las casas de estos ladrones y a las casas de sus padres y de sus hijos que tenemos derecho del pueblo limpio y no ediondo que sufrimos aora. que se vallan de aqui ya no los queremos. a la eroica universidad de san carlos le pedimos mas enerjia para que toda la corporasion en pleno renunsie. embiar este correo a sus amigos. este domingo en la noche a tirar la basura a la casa de danilo enfrente de la gasolinera los olivos de la zona ciete. viva huehue unido.”

La respuesta del Lic. Cardona es la siguiente:



“Estimados Señores:
He recibido su correo electrónico. Lamento no estar de acuerdo con las medidas de hecho que sugieren, por una larga serie de razones, donde debido a su complejidad, cito solamente cuatro, las cuales expongo con mucho respeto:

1) Considero que no es mediante medios violentos que se resuelven los problemas institucionales del municipio. Aunque muchos opinan que somos un pueblo cobarde o mojigato, no estoy de acuerdo; considero que somos una comunidad que ama y respeta la vida propia y la de los demás, aunque haya algunos abusivos (el caso extremo sucede, cuando la integridad física se encuentra amenazada, lo que hace legítima la defensa de la vida por medios violentos, pero este no es el caso que ocupa su comunicación, considero). Afortunadamente existen muchos mecanismos no violentos para frenar abusos de las personas que ostentan cargos públicos, como la resistencia pacífica y la existencia de instituciones como los medios de comunicación, la presión internacional, el cierre de las fuentes de financiamiento local y de crédito externo, las iglesias, otras formas de organización social y LA LEY, como contrapesos.

Desafortunadamente, no existen aún en nuestra legislación, mecanismos para revisión de la acción de los mandatarios de gobierno a mitad del período que permitan convocar a procesos electorales para revocar o confirmar el mandato y colocar nuevas personas en los gobiernos nacional y municipal. Por ello, la tragedia que debemos sufrir al tener que soportar malos gobiernos durante cuatro años. Sin embargo, es el orden legal actual y el sistema que hasta el momento implica los menores costos posibles derivados de la acción gubernamental. Podemos mejorar, pero debe hacerse de una forma ordenada, en un entorno de "legitimidad", aunque el proceso nos lleve algunos años. De lo contrario, nuestra vida se hará de mucho sufrimiento y sobre todo, corta. (Al respecto, la Asociación Pro Reforma, acaba de hacer entrega de su propuesta al Congreso con el respaldo de más de 70 mil firmas, entre las cuales se incluye la de cientos de ciudadanos huehuetecos).

2) Considero que el argumento suyo, acerca de dinero que le fue cobrado a "los pobres taxistas", en caso de haber sido por medios ilegales, son los mismos taxistas los responsables de aceptar dichos cobros a cambio de privilegios y de distorsionar la libre competencia, situación que afecta a la ciudadanía en general y que deriva en costos cuantiosos para nuestro municipio. No hay "cobrador de mordidas" si no existe "pagador de mordidas". Es una situación que lamento si tal circunstancia es cierta, por los mismos taxistas y por la autoridad, ya que a ambos perjudica, repito, si tal extremo es cierto. Por ello, admiro profundamente a la empresa de medios de comunicación que defendió su derecho individual de respeto a su contrato y su propiedad privada por medios legales. Un gran ejemplo para toda la ciudadanía.

Considero que las personas no se involucran en procesos tendientes al derrocamiento de gobernantes, ya que perciben que tras cada fenómeno existe una serie de intereses financieros particulares como génesis y que, al momento de no conseguirse los objetivos, se busca un pretexto o argumento de que se está afectando el interés común de la sociedad en general, para utilizar a la ciudadanía como carne de cañón para ejecutar venganzas.

No obstante que cualquier ser humano es capaz de llegar al martirio por defender la vida de los seres que más ama en el mundo, aspirar a entrar al Paraíso o quitar la vida a otro que pretenda exterminarlo -caso de legítima defensa (fenómeno natural para la autoconservación)-. Nadie arriesga su vida tontamente, si considera que con su acción defenderá los intereses dinerarios de otros o que los beneficios que obtendrá individualmente o para su familia, valen menos que su vida en riesgo.

3) La situación actual del municipio nos lleva profundamente a reflexionar en que, de ninguna manera es conveniente encargarle a la administración pública, sea esta nacional o municipal, la conducción de nuestras vidas y la solución de los problemas que atañe resolver a cada una de las personas. La historia ha demostrado que en todos los pueblos del mundo y en todas las épocas, los gobiernos funcionan mejor cuando son más pequeños y su función es más limitada a la provisión de servicios de seguridad y todo aquello que los ciudadanos no pueden hacer en forma privada. Creo firmemente que el Estado ha sido constituido para garantizar y defender los derechos humanos fundamentales que son: la vida, la libertad y la propiedad privada; esa es la esencia del concepto del bien común, ese es el interés más general que existe y que por ende, priva por encima del interés particular. Es interés de todos que se respete su vida, que no se permita que afecte malamente la vida del otro sin su permiso y que cada quien pueda disfrutar del fruto de su trabajo honrado y digno, sin quitarle al otro lo que es suyo, salvo que en forma pacífica y voluntaria decida regalarlo.

El problema de la basura por ejemplo, en todos los pueblos, es un problema solucionable a nivel familiar. Pero como dijera el Doctor Manuel Ayau acá en Huehuetenango, es mucho más fácil ir a tirar nuestra basura al terreno del vecino.

Recuerdo la tan añorada "Tacita de Plata"; yo en mi infancia disfruté de dicha Ciudad de Huehuetenango, tan limpias sus calles, todo tan ordenado; pero a costa de tanto basurero clandestino que existía en las orillas. Todos los puentes y ríos de Huehue, recibían los desechos generados por los 25 mil habitantes a finales de los años 1960, impactaba negativamente al medio ambiente, pero no tanto, por su volumen. Ahora la población se ha cuadruplicado. El problema es que muchas personas promovieron que fuese la Municipalidad la que regulara la existencia de los servicios libres y privados de recolección y procesamiento de basura; lo peor, en un momento "se exigió" dicha regulación, la cual está contenida en el Código Municipal. El resultado: "corrupción derivada de dicha regulación". Ahora, vivimos los problemas de unos privilegiados a los que sacaron a la mala para que otros diferentes fuesen privilegiados: ambos peléandose las ganancias del privilegio. El gran perdedor, la comunidad en general.

Por ello es que nadie se mete a sacar a sombrerazos a nadie; porque muchos consideran en su fuero interno, aunque no lo confiesen públicamente, que siempre habrá personas buscando privilegios y sacar una buena tajada de ventaja personal en la situación. Estoy seguro que la población, cuando llegue el momento, acudirá a la conformación de basureros clandestinos de manera incontrolable, lo cual será subsanado, únicamente cuando la autoridad municipal declare que se autorizará sin mayor trámite y sin costo financiero alguno, el funcionamiento de empresas de recolección y procesamiento de basura. Muchas empresas procesando pequeños volúmenes de basura, causarán un menor impacto negativo al ambiente, tanto de sus vecinos, como de la sociedad en general y con ello, al no haber cobros ni requerimiento de permisos, se termina la corrupción y con ello, los enfrentamientos, el dolor y la violencia que ya hemos presenciado. De acuerdo con mis cálculos, la puesta en funcionamiento de un monopolio municipal (ejecutado directamente o por concesión), requiere de una gran cantidad de fondos, para lo cual se requeriría una enorme ampliación presupuestal, con cuya capacidad no se cuenta. Los costos gubernamentales siempre son más altos que los costos privados.

4) Es necesario que cada ciudadano esté consciente que encomendar problemas, cuya solución es atinente a su propia persona, a los órganos de la Administración Pública, so pretexto que debieran estar "obligados" o sea, crear nuevas "obligaciones" a desempeñar por organismos estatales, implica mayor necesidad de impuestos y el acrecentamiento de las posibilidades de corrupción. Es lógico que el amontonar más basura, atrae más ratas y propicia una alta reproducción de moscas; luego no podemos estarnos quejando de los males que nosotros mismos hemos creado. En esta parábola, las ratas y las moscas representan la corrupción y los males que de ello se derivan.

De mi afirmación anterior considero, que los problemas que sufrimos como el caso de la basura o el del transporte colectivo, proviene de la misma regulación, lo cual le permite a la autoridad, otorgar licencias de operación y "autorización" de tarifas. Se ha demostrado que la libre competencia es infinitamente más capaz de regular la cantidad de unidades requeridas, la calidad, medios y el precio correcto a cobrar. Los individuos son más contundentes, eficaces e inmediatos para sancionar o premiar a cada ciudadano por su efectividad o inefectividad en el servicio a sus semejantes. Premia con las ganancias al mejor y con la quiebra o bancarrota al abusivo o ineficaz, ya que simplemente cuando el servicio es malo ya no vuelve a comprar. De esta manera cada quien va al sector de la sociedad donde puede servir mejor y ser feliz.

Cada obligación que atribuimos al Gobierno Municipal o al Gobierno Nacional, no es más que una camisa de fuerza que nosotros mismos nos ponemos y que nos hace esclavos, estimula la corrupción y con ello la violencia y la muerte, porque se despierta el odio, el homicidio y el deseo de venganza entre los que salen afectados y el temor, el sentimiento de culpa, la vergüenza y la enfermedad entre los que han afectado a otros.

Respetuosamente,

Edwin Cardona”