CONSTRUCCIÓN ANÓMALA

Corrió la noticia, hace tiempo, que un sitio desocupado que se encuentra en la 6ª. Avenida de la zona 1, mas conocida como la calle del INMAC, había sido adquirido por una persona de religión evangélica que pretendía construir un establecimiento educativo con esa orientación religiosa en el lugar mencionado.
No obstante la proliferación de colegios evangélicos en la ciudad, esta es una noticia positiva por cuanto se trata de la educación de nuestra niñez que tanto necesita de orientación ética, moral y religiosa para conducirse adecuadamente en la vida; y si además la institución educativa que está por nacer se dedica fundamentalmente a la enseñanza antes que a hacer negocio, pues cuanto mejor.
El punto que eligieron para ello no puede ser mejor por cuanto se encuentra en un lugar que nosotros podríamos denominar como “el sector educativo de la ciudad”; por ese rumbo se encuentra el INMAC, el Colegio De La Salle, el Instituto Técnico y la Escuela Tipo Federación, principalmente; uno mas por este rumbo, enriquece y favorece a la niñez y a esta zona.
Se principió el trabajo bajo la dirección del Arquitecto Jorge Luis Alvarado Ovalle actual concejal de la Municipalidad, pero nuestra sorpresa ha sido mayúscula al enterarnos de que el constructor carece de todos los permisos y licencias correspondientes que las autoridades exigen para obras de esta naturaleza; parece ser que se olvidó que la “ley debe entrar por casa” y que siendo él parte del cuerpo edilicio de la ciudad, debe ser el primero en poner el ejemplo en cuanto al cumplimiento de la normativa correspondiente.
Porque yo no puedo creer que el señor haya estado buscando convertirse en alcalde municipal precisamente para violar la ley (debemos recordar que lanzó su candidatura para ocupar el puesto hace seis años); tampoco creo que haya sorprendido a los integrante del comité cívico “La Tacita de Plata” quienes en la elección pasada le otorgaron la casilla de primer concejal en su planilla, oportunidad que le sirvió, en bandeja de plata, la concejalía que actualmente ocupa, para llegar al concejo a buscar prebendas y canonjías, abusando muy feo de su posición.
Si fuera el caso que lo que simplemente buscaba eran este tipo de “privilegios”, pues lo que ha conseguido es una “mancha mas para el tigre”; un motivo mas para la aversión que han despertado los munícipes por la tristísima actitud que han tenido en este “mal viaje” que están realizando al interior de la Municipalidad en donde, está demostrado, lo único que han hecho y muy bien, es velar por sus propios intereses personales.
Esperamos que se le exijan todos los permisos, licencias y documentos que como a un ciudadano de la llanura, se le exigen antes de iniciar una obra; y que además pague las multas correspondientes a sabiendas de que esto le será muy fácil por cuanto devengan, como mínimo, Q.9,000.00 mensuales en concepto de dietas por sesiones de cuyos resultados, nadie sabe nada.