domingo, 27 de junio de 2010

CIRCULAN PARQUE

Ante la sorpresa de muchas personas, incluyendo a esa pléyade de “inquilinos” con los que actualmente cuenta el Parque Central de Huehuetenango, uno de los días de la presente semana, han aparecido láminas de zinc (de las que se utilizan para techos) circulando la parte del Parque Central que da frente al edificio municipal, o sea adyacente a la 5ª avenida.
Las láminas han sido colocadas, ante la incredulidad de algunos vecinos, desde la parte trasera de las bancas de ese sector; esto es que ha quedado libre el “caminamiento” que da a la misma 5ª avenida; en la parte de atrás de las láminas pueden observarse las reglas de madera que les dan sustento a dichas láminas y que, obviamente, quedan a la vista de quienes se internan en el resto del Parque.
De este trabajo que carece de lo que podríamos llamar un “apoyo popular fuerte”, se viene hablando desde hace bastantes meses y en los pocos “foros” que se han realizado, en los que las personas han tenido la oportunidad de opinar, se ha podido observar que el trabajo de preparación y convencimiento para que el pueblo de Huehuetenango aceptase la idea, o no se realizó o fue totalmente deficiente.
Desde que se dio a conocer la idea (nosotros diríamos que “tímidamente”) la oposición ha sido fuerte, talvez no tanto por lo que entraña en sí la obra, sino porque existen otras prioridades cuyo tratamiento urgente, debió considerarse seriamente antes de presentar el proyecto, con respaldo exclusivamente municipal, ante las autoridades del brazo ejecutor de la Unión Europea que lo aprobó sin mas consideraciones.
Hemos indicado con claridad meridiana que los mas de dos millones y medio de quetzales que servirán para esta remodelación del Parque provienen en su mayor parte, de los contribuyentes y donantes europeos que aportan su dinero para satisfacer necesidades perentorias de los pueblos en desarrollo de América Latina. Esta remodelación, sobre todo por la forma en que se sigue tratando el asunto, no es urgente, no es una necesidad perentoria, no es una obra prioritaria. Quienes tuvieron la oportunidad debieron cambiar, a tiempo, el destino de la inversión y no principiar después con el conocido “chantaje-amenaza” que dice: “Si Uds. no lo quieren nos llevamos el dinero a otra parte”; que me disculpen pero lástima que entre tanta gente cercana al asunto no hubo alguien que, con carácter, hubiese respondido lo apropiado en defensa absoluta de la dignidad y el respeto que este pueblo merece. Hay un conocido refrán que afirma que “a caballo regalado no se le mira el colmillo”, pero ante este proyecto al que le faltó un serio análisis, bien vale la pena “ver el colmillo” y saber realmente por qué tanto interés en efectuar una obra cuestionable porque, insistimos, quienes la propusieron y aceptaron tendrían que estar concientes de las verdaderas prioridades de los huehuetecos que no son precisamente obras suntuosas.
Tendremos eso sí un parque supuestamente bonito (que es como colocar una bella marquesina en la puerta de acceso al antiguo hospital que se cae a pedazos) pero sus vías de acceso estarán parcialmente destruidas; un atractivo parque pero continuaremos con escasez de agua y drenajes que se desmoronan bajo las calles provocando olores fétidos en varios lugares; parque hermoso con los mismos “inquilinos” de siempre.
Seremos criticados por anacrónicos, obsoletos, retrógrados anti-desarrollistas, anti-progresistas y que pretendemos evitar que se realicen obras supuestamente necesarias; pero lo que afirmo en este artículo no lo invento, no es mas que la pura verdad. Una verdad que no es solo mía...Es de muchos.

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