PARQUE CENTRAL Y OTROS

Mucho se ha dicho y mucho se ha escrito con relación al proyecto de “remodelación” del Parque Central por parte del PDRL (Proyecto de Desarrollo Rural y Local) que es el brazo ejecutor de la Unión Europea aquí en Huehuetenango; los trabajos prácticamente se han iniciado.
Debemos afirmar que para esta “remodelación” la UE ha destinado dos millones y medio de quetzales mas otra cantidad menor que el Gobierno de la República de Guatemala tiene que aportar a través del Instituto de Fomento Municipal; por supuesto que no nos oponemos a que el dinero de los impuestos de los europeos se invierta en el País, pero lo que sí quisiéramos es que estas inversiones fuesen dedicadas a resolver los problemas mas ingentes de los guatemaltecos que mas lo necesitan.
También existe un deseo latente porque antes de proyectar una inversión que, desafortunadamente, tiene su inicio en ideas (muchas veces calenturientas) de los políticos de turno, se tomara un tiempo prudente para una consulta eficaz y conveniente a efecto de no promover descontentos que pudieran derivar en conflictos sociales de los que ya estamos hartos. Ej: Se proyectó una planta eléctrica en el municipio de Jacaltenango pero como no existió consenso previo, todo el trabajo que se había hecho, abortó, por la protesta de un grupo de vecinos. Inmediatamente se dijo que el dinero iría a resolver problemas en otra comunidad.
Cosas como esta hablan muy mal de los prolegómenos y planificación de estas obras; ninguno, “con dos dedos de frente” en este caso específicamente, podría pensar que una planta hidroeléctrica es dañina para una comunidad cualquiera pero aquí, los líderes negativos, les ganaron la partida; porque insisto, debe existir consenso previo y firmado.
La “remodelación” del Parque de Huehue tiene muchos opositores, no por la obra en sí, sino por la cantidad de necesidades prioritarias que debieran atenderse antes de una “inversión” como la que se hará. Deficiencias como el agua potable, drenajes, servicios sanitarios públicos, vías destruidas o semi-destruidas, etc., etc., etc.; entre los que se oponen se encuentran los taxistas y los limpiabotas, pero ellos no deben preocuparse porque conociendo la mentalidad de nuestras autoridades, todo seguirá igual o peor al terminar estos trabajos; después de su inauguración, el lugar seguirá siendo el escaparate de prostitutas, charamileros y demás escoria que ahí tienen su refugio a ciencia y paciencia nuestra.
Los trabajos que ahora se inician han de haber sido propuestos por alguien que, seguramente con la bandera de la vanidad como símbolo, querrá que su nombre como “padre de la idea” ocupe titulares de prensa; si hubiese propuesto que se trabajara en alguna de las acciones prioritarias, se hubiesen resuelto alguno de los problemas mencionados pero ello era “políticamente incorrecto” porque no le hubiera redituado ningún beneficio a “su figura político-partidista”.
Por lo tanto lo que ahora se diga o se escriba ya no tiene ningún peso específico para cambiar la decisión; solo talvez para que en el futuro los proyectos presentados por los politiqueros locales merezcan mas estudio y un consenso previo de la población honrada y comprometida con el futuro de su pueblo. Esto talvez ayude a que el dinero de los impuestos de los europeos, de verdad, sea utilizado inteligentemente en resolver necesidades prioritarias de un pueblo “en permanente desarrollo”.
Una remodelación del Parque Central de Huehuetenango que todos hubiesen aceptado de buen grado y en la que se hubiese invertido bastante menos podría haber sido: Cambiar el piso colocando ladrillo anti-deslizable bellamente escogido, remodelar bancas haciéndolas cómodas y primorosas, un programa permanente de jardinización, embellecimiento y riqueza del área verde, iluminación perfecta y un ambiente subterráneo con una batería de sanitarios. ¡No mucho dinero pero bastante previsión e inteligencia!