DON LOLO RALÓN, RIP

En la década de 1,960 vino al Departamento de Huehuetenango un nuevo Supervisor de Educación; ya era la época en que este trabajo principiaba a diversificarse por cuanto que, uno solo para todo el Departamento, sonaba como algo demasiado complicado.
El nuevo Supervisor, originario del Departamento de Sololá, se hizo cargo de un Distrito Escolar que abarcaba los municipios de Santa Bárbara, San Sebastián H., San Rafael Petzal, entre otros.
Su método de trabajo consistía en darle mucha participación al magisterio en general tratando, con muy buenas relaciones humanas, de que todos cambiaran su mentalidad utilizando nuevas técnicas en su desenvolvimiento docente de manera que los directamente beneficiados fuesen los niños. No digo que esta metodología no se hubiese utilizado; afirmo que el nuevo Supervisor traía, bajo el brazo, muchos conocimientos didáctico-pedagógicos que nunca impuso pero logró que todos utilizáramos con las excelentes relaciones humanas aplicadas a la educación.
Este Maestro-Supervisor se llamaba Heliodoro Ralón Celada pero todos los conocimos como Don Lolo, don Lolo Ralón que posteriormente ocuparía el cargo de Supervisor Departamental de Educación. Y ese querido Don Lolo, ha fallecido en el curso de la presente semana.
En su gestión como Supervisor Departamental realizó muchas cosas positivas en el ámbito educativo, pero en esta ocasión, deseo resaltar una de tantas: La creación de “La Orden de los Cuchumatanes” que desde entonces el Magisterio con el apoyo de la Municipalidad de Huehuetenango, impone a auténticos valores del Departamento en las distintas ramas del arte, la ciencia, la educación, el periodismo, en fin, de la mayoría de los estadios culturales existentes en nuestro medio.
Esa condecoración que se inicia allá por el año de 1,974 con los mejores augurios, con justicia y con imparcialidad, ojalá que no se mixtifique, ni se politice, ni menos se llene de inmundicia para que siga siendo el límpido homenaje de reconocimiento a lo mejor de nuestro medio.
La última vez que tuve el honor de ver y conversar con don Lolo fue en Septiembre del 2,004 cuando, con anuencia del Consejo de Directores, me permití invitarlo para que viniese de manera que también se le rindiera un homenaje con motivo de la entrega de “La Orden de los Cuchumatanes” a quien esto escribe. Aceptó la invitación y vino acompañado por su esposa; maestros que trabajaron con él se dieron el gusto de abrazarlo y otros, un poco mas “nuevos”, tuvieron la oportunidad de conocerlo.
Don Heliodoro Ralón Celada se nos ha adelantado en el viaje sin retorno pero es uno de esos personajes que dejan una huella positiva imborrable; un Maestro ejemplar cuyos pasos habría que seguir para retomar el camino educativo adecuado.
Que en Paz Descanse Don Lolo Ralón; flores sobre su tumba y un mensaje de resignación a su estimada y distinguida familia.