CRIMINALIDAD IMPARABLE

Se ha convertido en un lugar común el hecho de que afirmemos que Huehuetenango ha dejado de ser un lugar tranquilo para convertirse en uno de los Departamentos de la República mas violentos se que se pueda hablar.

Si usted nos hace favor de leer con cierto detenimiento nuestra sección de “SUCESOS DEL 28 DE NOVIEMBRE AL 3 DE DICIEMBRE 2011” podrá efectuar un ejercicio matemático superficial y se convencerá de que lo que afirmamos en el primer párrafo resulta ser una “verdad evidente” que no necesita mas comprobaciones.

Alrededor de once muertes violentas en los días comprendidos del 24 de noviembre al 1 de Diciembre es algo elocuente; en el mismo período se han robado como mínimo ocho vehículos que se convierten en muchos mas si tomamos en cuenta que buena cantidad de personas prefieren no perder su tiempo en una gestión cuyos resultados son muy cuestionables, lo que significa que las estadística oficiales sirven de poco.

Si a estos índices le sumamos delitos tales como extorsiones, violaciones, intento de homicidio, secuestros, robos, asaltos, algunos de los cuales reportamos y otros no, ya tenemos un panorama francamente desalentador y angustiante.

Las declaraciones oficiales de una supuesta disminución de la violencia en nuestro País, saltan hechas añicos por la espantosa realidad que nos revienta en la cara y que debiera avergonzar principalmente a aquellos que, por mandato constitucional, tendrían el deber de proteger vidas y bienes de las personas.

Pero la anarquía, la inseguridad y la falta de gobernabilidad que han destacado por casi cuatro años siguen a la orden del día, aún en las postrimerías del actual gobierno y que, en algunos casos, pone de manifiesto la total incapacidad de los funcionarios de turno.

En la cabecera departamental de Huehuetenango, por enésima vez, nos hemos quedado sin agua entubada porque a determinados vecinos se les “ronca la gana” de proceder a destruir tubería que conduce el vital líquido hacia la ciudad; no es la primera vez que lo hacen; ya son muchas y nada les ha pasado. Y ¿Por qué? Porque tanto el señor que ocupa la Gobernación Departamental como los que, en mala hora, toman decisiones en la Corporación Municipal de Huehuetenango siguen demostrando su total ineficiencia, inutilidad, incapacidad y flojera para resolver de una vez por todas, un problema de esta magnitud.

Baste entender que los que de esta manera perjudican al vecindario, deben ser considerados como auténticos terroristas y aplicarles todo el peso de la ley. Pero por la cobardía y complacencia de los citados no pasa nada, no se detiene a nadie, por cuanto la impunidad sigue su glorioso camino gracias a quienes llegaron a servirse con la cuchara grande de los puestos que ocupan. El interés de la población les viene del norte.

Afortunadamente en un mes y diez días se marcharán quien sabe a donde y volverán a ser lo que siempre han sido: NADIE. Y a lo mejor potenciales ocupantes de espacios pequeños en algún centro de detención para delincuentes.