BOCHORNO

El actual gobierno de la República, por algunas de sus decisiones, desde que asumió la dirección del País, ha venido cometiendo algunos errores que, tanto a nosotros, como ciudadanos de la llanura, como a ellos, dirigentes políticos, nos han sumido en un bochorno que pareciera interminable.

El último de esos errores políticos a nivel nacional fue la emisión del acuerdo 370-2,012 que restringía la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para conocer casos de violaciones a DDHH antes del año 1,987; ante las múltiples protestas y demostraciones palpables del error cometido, tuvo que dar marcha atrás.

Pero a nivel local, una de las primeras acciones del gobierno del señor Pérez Molina, consistió en el nombramiento del Gobernador Departamental recaído en una persona totalmente desconocida, con ninguna ejecutoria pública notoria, a menos que tengamos que distinguirlo como la mejor alfombra que pudo pisar, durante la campaña electoral, una de las candidatas a diputada del PP, totalmente desconocida en nuestro medio y cuyo único punto de contacto con Huehuetenango era haber sido conviviente de uno de nuestros diputados oriundo de San Sebastián H.

Ante aquel bochornoso nombramiento, las Organizaciones No Gubernamentales del COCODE de Huehuetenango reaccionaron publicando un “Campo Pagado” en uno de los principales medios de comunicación escrita del País, denunciando la serie de ilícitos que se cometieron para nombrar a la persona que, para peor bochorno, sigue ocupando el puesto.

El gobierno, del que no se podía esperar otra cosa, dio la callada por respuesta a ese campo pagado y por supuesto, los crasos errores se siguieron cometiendo a diestra y siniestra; la duda que queda es si realmente son errores o son acciones tomadas a propósito.

En un momento, en lo que a los huehuetecos toca, creímos que el gobernador nombrado tenía sus virtudes muy bien escondidas y que saldrían a luz en el momento oportuno; pero eso nunca ha ocurrido después de un año; y ahora ya no es una impresión la que tenemos, es la certeza de su absoluta inutilidad para desempeñar el puesto.

Ni siquiera con el mayor esfuerzo intelectual podemos reconocer o recordar alguna acción valiosa y destacable del susodicho “funcionario” desde su inútil nombramiento para los huehuetecos, pero indudablemente muy útil para quienes lo colocaron ahí.

Un sector del periodismo huehueteco que esperaba su “apoyo” para instalar la repetidora de TGW, Radio Nacional de Guatemala, en la ciudad de Huehuetenango, no solo fue engañado sino hasta traicionado porque, cuando menos lo pensaron, la frecuencia se fue para Malacatancito, lugar en donde tiene raíces familiares maternas el signatario de todas las autorizaciones de obra pública que pasa por el COCODE. (¿?$$$?¿)

Seguramente que el señor sabe mucho porque luce un título universitario doméstico, de esos que ahora abundan y que en gran cantidad de casos, no tienen fundamento ético, moral, intelectual ni práctico. Esos indudables conocimientos nunca se han puesto en evidencia, por lo tanto podemos afirmar que el señor, de la Gobernación, no sabe nada a pesar del año que lleva en el puesto.

Y para colocar las cosas en contexto, reproduzco una nota firmada por el señor en donde, con su puño y letra, pide que se utilice un ambiente municipal, pletórico de hechos históricos, de acciones culturales, artísticas e intelectuales y por el que han pasado grandes personalidades nacionales e internacionales, otorgándole plusvalía merecida al SALÓN DE HONOR DE LA MUNICIPALIDAD DE HUEHUETENANGO. La nota que leerán, denota la total ignorancia y el desprecio absoluto para ámbitos históricos huehuetecos de alguien que, en mala hora y por decisión arbitraria, ocupa un puesto totalmente inmerecido que los hechos confirman: