INTERÉS COLECTIVO:

El clamor popular por el agua ha crecido, no solo en la cabecera departamental, en muchos municipios del Departamento y del País, sino a nivel mundial; desde hace algún tiempo ha principiado a anticiparse que los conflictos armados y las guerras, ya no serán por el petróleo sino por el agua, pero la seguimos desperdiciando abundantemente si la tuviéramos a borbotones.

El agua aquí en Huehuetenango, para los usuarios en general de la Municipalidad se ha escaseado como nunca porque se dice que los manantiales han disminuido en un 70%; pero también existen denuncias en el sentido de que de esos mismos “ojos de agua”, “nacimientos” y manantiales que la comuna citadina ha comprado a través del tiempo, están siendo “saqueados” por propietarios de supuestos proyectos privados a cuyos usuarios no les falta el vital líquido, porque toman el agua subrepticiamente de lugares que han sabido ocultar a los ojos de las autoridades o bien, porque han encontrado complicidad, muy bien pagada, para poder efectuar este ilícito negocio que favorece a pocos pero perjudica a mas de 12,500 usuarios del agua municipal.

También se afirma que de manera oculta o con la venia de gente perversa y pagada puntualmente por los beneficiados, se han manipulado muchas llaves de paso y de corona y se han colocado tapones en la red de distribución de agua entubada dentro de la ciudad para que unos pocos reciban todos los días agua municipal y otros siempre o casi siempre se queden a la espera de gotas de agua que no les llega.

Los rumores en este sentido son muchos y lo menos que se puede hacer es iniciar una profunda y exhaustiva investigación al respecto hasta llegar a la verdad, sea cual fuere, y si en realidad existen responsables, que todo el peso de la ley caiga sobre ellos.

El otro clamor que se escucha continuamente es porque existen muchos focos de basura en la ciudad, pero aquí también hay mucha tela que cortar: Somos testigos del gran trabajo que realizan los elementos del “tren de aseo de la municipalidad” que, desde las primeras horas de la madrugada, dejan muy limpia la ciudad; pero apenas ellos, supuestamente han terminado el trabajo que efectúan con mucha responsabilidad, nosotros los vecinos, principiamos a ensuciar: Sacamos la basura de nuestros negocios o viviendas, la tiramos donde sea porque no nos da la gana pagar lo que cobra la empresa recolectora de los desechos sólidos; vendedores formales e informales tiran a la calle hasta los desperdicios de la comida que no venden; de las viviendas lanzan de todo, hasta pañales o papel llenos de excremento de toda la familia y perdonen la expresión, pero “les vale madre” la contaminación y la porquería que provocan.

Entonces, no solo el agua escasea sino que las costumbres salvajes de gente antisocial, ensombrecen mas nuestra precaria situación.

Solo el cumplimiento de la ley y reglamentos que se aprueben en la Corporación Municipal, podrán paliar la situación, si es que se aprueban con la dureza que se necesita. “Lex dura lex” reza la sentencia latina; “La ley es dura pero es la ley” y deberá cumplirse tal y como se hace en países como los Estados Unidos por ejemplo, en donde los paisanos que viven allá saben que si lanzan un envoltorio aunque sea de un chocolate a la calle, les “cae la viga”. Eso es justamente lo que necesitamos: Buenas costumbres aunque sea por la fuerza de la ley.