martes, 13 de agosto de 2013

PODER:

 
La búsqueda del poder o sea, la manera de influir deliberadamente en el comportamiento de otras personas por convencimiento o persuasión o hacerlo de manera ilícita, mediante amenazas, coacción, dinero, prebendas o desquiciamiento psicológico o espiritual, ha sido a lo largo del tiempo, uno de los sueños dorados de ciertos personajes muy adinerados o cegados por las ambiciones políticas, principalmente.

Estos últimos, principalmente los enfermos mentales con delirios de grandeza y con las mentes de por sí obtusas, pero definitivamente, seres enfermos de megalomanía ya no miden las consecuencias de sus actos y creen que todos somos imbéciles como para tragarnos sin chistar, todo lo que hacen para obtener y retener el poder político y/o económico que los subyuga a ellos no a otros.

Como nos menosprecian por parejo, siguen rutas trilladas por ellos mismos, pensando que a todos se nos olvidan las barbaridades que han realizado en el pasado y que pretenden repetir una y otra vez.

En Guatemala existen por ejemplo, capitalistas que han manejado y siguen manejando el poder político a su sabor y antojo mediante el pago dinerario a los "cabezones" del mundo político; estos a su vez, tienen bajo las botas a muchos que les siguen el juego y que también reciben parte de la riqueza distribuida. Tanto es así que es muy conocida la frase que en un momento de delirio expresó uno de esos conocidos personajes acostumbrados a manejar el poder político y el económico: "A los periodistas, se les paga o se les pega" dijo el hombre seguro de que al gremio completo le falta dignidad e integridad. Pero la cosa no es tan fácil. Habemos quienes estamos dispuestos a morir luchando desde nuestras trincheras por un mundo mejor, sin la lacra que significan estos enfermos de gloria, de poder y de dinero; cosas que muchas veces tienen porque el demonio intervino para "tostarlos" y torturarlos en el tiempo justo, cuando la equidad y la justicia ocupen el lugar que el mismo pueblo les dará en su momento.

La ambición desmedida es mala consejera a tal punto que algunos sujetos que mal viven aspirando a llegar a donde quieren, "meten la pata hasta el fondo", declarándose totalmente culpables por sí mismos porque ya lo dice el refrán correctamente utilizado: "El pez, por su boca muere" y "muerto el chucho se acaba la rabia".

Y estas frases o "dichos" o refranes o como Ud. quiera llamarlos, encierran la filosofía popular acumulada por muchos lustros que, con sabiduría experiencial y popular, nos indican el camino correcto y certero en la mayoría de casos.

Es por eso que iglesias, empresas corporativas, instituciones públicas y privadas, cooperativas y demás, deben tener mucho cuidado con ciertos "personajes" perversos que se adentraron en sus cuadros directivos solo para colocar sus "cabezas de playa" que los ayudarán a la invasión corrupta final.

Solo recordemos la historia de ciertos bancos del sistema que corroídos por esta gente ambiciosa y corrupta, dejaron con su quiebra maliciosa, una lamentable "estela" de por lo menos 17 personas muertas porque perdieron los ahorros de toda su vida.

Medios de comunicación, igualmente envenenados, algunas veces, han colaborado para el despojo final. ¡Tengamos cuidado y no nos dejemos engatusar!

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