ACIERTO Y ERROR:

Terminó el 2,013 que seguramente a todos por igual, nos trajo un poco o un mucho de cosas positivas y negativas; por unas nos alegramos y por otras protestamos, nos molestamos hasta enfurecernos, pero con esa actitud no conseguimos nada; tal vez solo enfermarnos del hígado.

            En ese constante ir y venir por la vida, algunas veces planificando y otras improvisando, hemos acertado muchas veces, pero también hemos cometido errores que, consecuentemente, hemos pagado con creces.

            Pero la vida es una enseñanza constante, como en la escuela, cuando éramos niños; nuestros maestros nos felicitaron pero también nos corrigieron infinidad de veces, según lo que hacíamos y como lo hacíamos.

            En los problemas de la vida, probablemente, ya no hay maestros para guiarnos y enseñarnos el camino correcto, quizá nuestros padres, en quienes confiamos ciegamente porque nos formaron con precisión, ya no están para pedirles consejo y apoyo; eso significa que estamos solos y posiblemente somos responsables no solo de nuestra actitud personal sino que tenemos el deber moral de enseñar el camino correcto a la familia que depende de nosotros por y para todo. El sentido común, lo que nuestros padres y maestros nos enseñaron y la experiencia que hemos recogido a lo largo del camino, serán la luz que guíe nuestros pasos y lo que harán frente a la sociedad los integrantes de la familia.

            ¡Gran responsabilidad la nuestra! El año anterior posiblemente cometimos algunos errores y acertamos en algunas cosas y ese es el espejo en donde debemos ver para reconocer y corregir errores y mejorar lo que hicimos bien.

            Si nos hemos fijado planes para el año que apenas comienza que sean con la vista puesta en el pasado reciente y la energía, el corazón y la mente en conseguir con inteligencia y constancia, el proyecto de vida que tenemos para el 2,014.

            Para el efecto olvidémonos de las utopías y de que vendrán cosas por casualidad o porque con una “varita mágica” aparecerá el genio de la “Lámpara de Aladino” para otorgarnos nuestros sueños imposibles. ¡No, señoras y señores! Este mundo no funciona así. Tenemos que prepararnos y trabajar con eficiencia y decisión para conseguir nuestros propósitos; nadie en este mundo estará presto para ayudarnos; solo seremos nosotros con la ayuda de Dios, quienes debemos fajarnos día a día para que haya pan en la mesa, abrigo para nuestros hijos y lo que necesitan para estudiar y prepararse para el futuro; ese es el círculo virtuoso que traemos de generación en generación y no se va a romper jamás. A menos que decidamos involucrarnos en actividades ilícitas con las que conseguiremos dinero fácil, pero también la cárcel  y la muerte.

            Este año Dios nos de a todos lo necesario mediante la corrección de los errores cometidos y la perfección de los aciertos conseguidos. ¡Que El Señor nos bendiga!